Una de las cosas por las que elijo viajar tanto, pasar temporadas en el extranjero y que mi trabajo me permite, es la posibilidad de ver de cerca otras personas, otras culturas e intentar entenderlas mejor.
No siempre es fácil y no siempre me acerco lo suficiente, porque al mismo tiempo soy algo asocial, pero al menos eso me permite captar y aplicar otros matices en mi trato con las personas, en la diversidad de mi pensamiento o mi modesta cultura, en las noticias internacionales del día a día.
Es un tópico lo de que el lenguaje del fútbol es universal, pero es divertido y a la vez bonito experimentarlo en carne. Da igual donde vayas que todos hablan y entienden de fútbol y eso permite romper barreras, establecer mínimos vínculos y salir de la trinchera.
En Doha y en la región en general he encontrado una vuelta a las prácticas empresariales que en Europa ya tenemos en retirada como el uso acentuado de la jerarquía. Tanto la sociedad árabe como la hindú, las predominantes aquí, son eminentemente jerárquicas, lo que hace que el mando, el rango y la autoridad prevalezcan por tu puesto. Aquí, el despacho, la corbata, el párking, la voz alta y el aire de superioridad siguen en vigor y además se espera de uno que la ejerza y del otro, que la acate.
Eso hace que en una oficina como la que estoy siempre haya una barrera intangible entre determinados puestos, aunque uno haga lo que puede por traer su estilo europeo más plano y soft power...pero al final eres el extranjero con cierto rango que eres visto como un puesto corporativo, lo cual intimida doblemente.
En Medio Oriente hay un problema de salud, el índice de diabetes y obseidad infantil más alto del mundo así que los gobiernos y empresas promueven el deporte. Nuestra oficina tiene pagado semanalmente un campo de fútbol de césped natural para que durante una hora podamos dar rienda suelta y liberar estrés y ayer tuve oportunidad de ir a uno de estos partidos con algunos de los compañeros.
Ya cuando estuve de Erasmus jugábamos multinacionalmente al fútbol de cuando en tanto, pero compartiréis conmigo que franceses, españoles, alemanes, italianos y algún sueco no es tampoco una diversidad cultural extrema. Al final, aunque no lo creamos, en Europa tenemos más rasgos que nos unen que los que nos separan.
Ayer me junté con hindúes, pakistaníes, argelinos, jordanos, egipcios y palestinos que me acofgieron con entusiasmo como uno nuevo en el grupo. Todos jugando al fútbol. Unos hablando en hindi, otros en árabe, todos en inglés alguna que otra vez y de vez en cuando un "Bien" o un "Vamos" para hacerme la gracia y la muestra de amabilidad al "exótico" español...algo que es común por estos lares, la sonrisa y la hospitalidad por delante.
Los pases, los goles, los cabreos por no bajar a defender, por no pasarle antes de un gol, la mano y felicitación al acabar y el rato de descanso junto a una bebida o zumo al terminar...no entienden de idiomas, ni de culturas, son universales.
Terminamos y me quedé al final y con la sensación de conocer y haberme dado a conocer mejor a estas personas tan diferentes a mi, pero por un rato tan iguales, de vivir un momento que podría darse en cualquier parque de Sevilla, USA o Europa...
De repente, se desató una tormenta, tremendos rayos y truenos y el muecín de la mezquita más próxima, apenas un par de calles más allá, llamó a la oración que sonó potente por los altavoces. La oración me devolvió a la zona del mundo en la que estaba
La escena me pareción tan auténtica como interesante; lluvia, rayos, la oración por altavoces y yo de pie examinando el grupo frente a mi. Y volví a experimentar, que dentro de la diversidad, las culturas no son tan distintas, los objetivos de las sociedades tampoco.
Por qué ese desconocimiento entre pueblos? por qué ese choque de civilizaciones? por qué acaba todo en radicalizaciones occidente-oriente / opresión-integrismo?
En el fondo todos queremos vivir la vida como un partido de fútbol, remando hacia delante, intentando si no ganar, al menos pasarlo bien durante el partido y sin importar credo, origen o destino.
Leche, Tirano, el final te ha quedado bonito y todo...
ResponderEliminarBien escrito.
Buen post Tirano.
ResponderEliminarSalir de uno mismo para ver el mundo con los ojos de otro, es difícil. Estoy contigo en que viajar es una buena ocasión para ello, muchas veces incluso autoimpuesta.
Como una vez me dijiste: "salir de la zona de confort... CUESTA". Y una vez fuera resulta que tampoco pasa nada.
Gracias por recordármelo de nuevo en este Post.
Un abrazo Tirano.
Farruco.
Tirano, tu experiencia global es fuente de enseñanzas PoNi...y tu post me ha hecho pensar sobre esa posibilidad de encuentro entre la diversidad. Por añadir al debate, Tirano, sí creo que pongo en crisis lo del fútbol por dos razones: la primera, es que se trata de una experiencia ociosa. Si no lo fuera, las cosas cambiarían bastante. La segunda, en mi humilde opinión, no es algo que acerque a las culturas, sino que no perteneciendo a ninguna cultura más que a la occidental, es el único lugar común que Occidente ofrece a los demás...y ojo, eso siempre que Occidente se reserve la posibilidad de ganar...
ResponderEliminarEso lo digo entendiendo el fondo de tu mensaje, Tirano, pero queriendo quitarle el planteamiento moral FIFA que lo impregna todo, siempre con todos mis respetos...
Un abrazo,