En estos tiempos tan raros (todos los tiempos son siempre raros, pero es lugar común decirlo), y a la vista del auge del running, tengo la impresión creciente de que la gente deposita en el deporte la fe que antes depositaba en la religión. En el mundo actual, ambos conceptos vendrían a significar lo mismo, la búsqueda de trascender; con la diferencia de que el más allá que nos prometía la religión se ha circunscrito en el deporte a los límites de nuestro propio cuerpo, que existe aquí y ahora. Antes creíamos en alguien poderoso que nos salvara, fuera de nosotros; hoy día, nihilizados y pomelizados a base de bien, buscamos ese poder en nosotros mismos, cultivando nuestros papelillos de personas físicas.
Planteada la teoría, la práctica es idéntica. Y hoy, por vez primera en la historia universal, los PoNis nos hemos reunido para hacer estación (no de penitencia) por el recorrido que el Instituto Municipal de Deportes (no el Consejo de Hermandades y Cofradías) ha diseñado por los barrios de Nervión y San Pablo...
Y la verdad, es que hacía tiempo que no me levantaba por la mañana con la ilusión con la que lo he hecho hoy. Preparando desde hace dos días los pertrechos dri-fit (no la túnica), las zapatillas (no las sandalias), esperando la llegada de Jose para que se vistiera en mi casa. Porque recoger a Miniurgo a la altura de la Cruz del Campo, y encontrarnos luego con mi querido hermano Bisagra (que no ha podido correr, pero al que le deseo que se recupere bien y pronto), con mi querido cuñado Rica, y mi querido D'Logsli ha sido lo más parecido a una cofradía PoNi que podía imaginar...
Por esa razón, por la alegría de salir todos juntos Luis Montoto hacia abajo, de encontrarnos con gente importante en el recorrido, de ir comentando nuestras impresiones en los primeros kilómetros, de esprintar cuando un PoNi se escapa, de abrazarnos a la llegada a la meta, de repasar luego los momentos estelares y acabar con una buena ración de churros, creo que el esfuerzo merece la pena.
Aunque como dice la canción, hoy "el resultado nos da igual", también es justo reconocer a Jose como vencedor absoluto en la categoría PoNi, tras una escapada final memorable que me ha dejado clavado en el kilómetro 9. Felicitar a Miniurgo por su marca extraordinaria, a Rica por su capacidad para superarse tras la lesión que lo ha tenido en duda hasta hace poco tiempo, a D'Logsli por asombrarnos poniéndose al día en menos de dos meses que lleva enganchado a este mundo del running. Yo, me considero satisfecho con haber superado mi semipájara final. Y felicitar especialmente a Bisagra, por el corazón con el que vive todo, que le ha hecho estar desde primera hora con nosotros, haciendo un reportaje fotográfico de los PoNis al trote que pasará a la historia. Gracias, hermanito. Dentro de poco volverás a correr con nosotros.
A los PoNis que no habéis estado, os dedicamos la carrera. Os hemos echado de menos y os esperamos en la próxima. No llegaremos a ser Gebrselassies, pero lo verdaderamente importante es que los PoNis hemos empezado a trotar.
Abrazos,
Plax
Planteada la teoría, la práctica es idéntica. Y hoy, por vez primera en la historia universal, los PoNis nos hemos reunido para hacer estación (no de penitencia) por el recorrido que el Instituto Municipal de Deportes (no el Consejo de Hermandades y Cofradías) ha diseñado por los barrios de Nervión y San Pablo...
Y la verdad, es que hacía tiempo que no me levantaba por la mañana con la ilusión con la que lo he hecho hoy. Preparando desde hace dos días los pertrechos dri-fit (no la túnica), las zapatillas (no las sandalias), esperando la llegada de Jose para que se vistiera en mi casa. Porque recoger a Miniurgo a la altura de la Cruz del Campo, y encontrarnos luego con mi querido hermano Bisagra (que no ha podido correr, pero al que le deseo que se recupere bien y pronto), con mi querido cuñado Rica, y mi querido D'Logsli ha sido lo más parecido a una cofradía PoNi que podía imaginar...
Por esa razón, por la alegría de salir todos juntos Luis Montoto hacia abajo, de encontrarnos con gente importante en el recorrido, de ir comentando nuestras impresiones en los primeros kilómetros, de esprintar cuando un PoNi se escapa, de abrazarnos a la llegada a la meta, de repasar luego los momentos estelares y acabar con una buena ración de churros, creo que el esfuerzo merece la pena.
Aunque como dice la canción, hoy "el resultado nos da igual", también es justo reconocer a Jose como vencedor absoluto en la categoría PoNi, tras una escapada final memorable que me ha dejado clavado en el kilómetro 9. Felicitar a Miniurgo por su marca extraordinaria, a Rica por su capacidad para superarse tras la lesión que lo ha tenido en duda hasta hace poco tiempo, a D'Logsli por asombrarnos poniéndose al día en menos de dos meses que lleva enganchado a este mundo del running. Yo, me considero satisfecho con haber superado mi semipájara final. Y felicitar especialmente a Bisagra, por el corazón con el que vive todo, que le ha hecho estar desde primera hora con nosotros, haciendo un reportaje fotográfico de los PoNis al trote que pasará a la historia. Gracias, hermanito. Dentro de poco volverás a correr con nosotros.
A los PoNis que no habéis estado, os dedicamos la carrera. Os hemos echado de menos y os esperamos en la próxima. No llegaremos a ser Gebrselassies, pero lo verdaderamente importante es que los PoNis hemos empezado a trotar.
Abrazos,
Plax