He de reconocer que nunca hasta ahora había leído a Mario Vargas Llosa...las razones eran variadas; desde la mayor atracción que he sentido por otros escritores latinoamericanos, a la pereza de haber empezado en algún momento un libro suyo que terminé dejando por otro bastante más divertido.
El de La civilización del espectáculo me lo regalaron hace poco, y no pude dejar de sentir curiosidad, a ver si en un ensayo conseguía salvar la barrera. Pero no ha podido ser: el tono apocalíptico de Vargas Llosa no me convence, y me llama la atención que alguien con su vastísima formación pueda resumir la situación actual de la cultura con el consabido "cómo a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado siempre fue mejor"...
No me lo creo. Comparto al 100% con él algunas opiniones clave sobre la exigencia en la educación, o el irrenunciable laicismo en la sociedad, pero lo que no puedo comprarle es ese tono cascarrabias con el que habla del presente en general. Aunque insisto: ojalá todos los cascarrabias lo fueran desde una perspectiva de conocimiento tan variada y rica como la suya. Las cosas, como son.
Querido Vargas Llosa, a ver si en otro momento que me coja a mí así muy mosqueado también, nos volvemos a encontrar y sintonizo contigo, pero es que de momento, no soy tan apocalíptico como tú. Prefiero seguir estando en el lado de los integrados: se disfruta más. Seguramente sea solo cuestión de edad, aunque me da que dependa más de la atención.
Con todos mis respetos,
Plax
El de La civilización del espectáculo me lo regalaron hace poco, y no pude dejar de sentir curiosidad, a ver si en un ensayo conseguía salvar la barrera. Pero no ha podido ser: el tono apocalíptico de Vargas Llosa no me convence, y me llama la atención que alguien con su vastísima formación pueda resumir la situación actual de la cultura con el consabido "cómo a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado siempre fue mejor"...
No me lo creo. Comparto al 100% con él algunas opiniones clave sobre la exigencia en la educación, o el irrenunciable laicismo en la sociedad, pero lo que no puedo comprarle es ese tono cascarrabias con el que habla del presente en general. Aunque insisto: ojalá todos los cascarrabias lo fueran desde una perspectiva de conocimiento tan variada y rica como la suya. Las cosas, como son.
Querido Vargas Llosa, a ver si en otro momento que me coja a mí así muy mosqueado también, nos volvemos a encontrar y sintonizo contigo, pero es que de momento, no soy tan apocalíptico como tú. Prefiero seguir estando en el lado de los integrados: se disfruta más. Seguramente sea solo cuestión de edad, aunque me da que dependa más de la atención.
Con todos mis respetos,
Plax
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