Queridos amigos,
Hace ya tiempo, mientras estaba en Alemania, mi padre me mandó un recorte de periódico con una historia que considero digna antecesora de las noticias de El Mundo Today...en ella se contaba cómo un señor de un pueblo de Almería, aburrido y con unas levantinas ganas de cachondeo, no tuvo mejor idea que hacerse una casa giratoria usando el eje de un Seat 127...una columna de hormigón armado con el eje encastrado, encima de la cual el hombre construyó un piso con vigas de acero, con sus paredes de ladrillo, su tejado a dos aguas e incluso su chimeneíta en el salón.
La historia era deleitosa cuando el señor decía que cada día le gustaba orientar su casa para tener las mejores vistas, y se hacía hilarante cuando el inventor se quejaba de sus desaprensivos vecinos, que le daban la vuelta por la noche la casa sin darse él cuenta (llegó a inventar un sistema para bloquear el giro del eje). Por supuesto, dado su farruquismo, compartí inmediatamente este relato con el Farruco, ese genio insuperable del humor, y sirvió para generar el concepto irrebatible desde entonces del Capricho que tenía uno, que aparecía precisamente como titular.
A partir de ese momento, encajé dentro de esa casilla a todas esas actuaciones humanas que surgen de vez en cuando, de buenas a primeras, sin justificación racional posible, que consisten en una inversión infinita de tiempo e ingenio con el objetivo último de satisfacer lo que a uno le sale de la zona genital. Como el señor de Almería. Cada vez que uno da con una de estas historias es como cobrarse una pieza, pero lo de hoy ya me supera, cuando leo que los Emiratos Árabes Unidos fundaron ayer, 18 de Julio de 2014, su Agencia Espacial, poniéndose como primer objetivo mandar una sonda a Marte en 2021...
¿Pa qué? Inmediatamente pienso que si la mandan los Emiratos Árabes, tiene que ser para buscar petróleo, y la cabeza se me dispara para imaginarme la sonda como el Curiosity, tan simpática con sus camaritas, sus paneles solares y sus ruedecitas, pero equipada con un pepino perforador del 15, al modo del montaje que me llegó por whatsapp con el supuesto retrato de un amigo en su tierna infancia, en el que aparecía un niño de tres meses armado con un formidable monster cock. Pero no, no puede ser. Imagino luego los metros de tubo pa la tubería que lleve el petróleo entre el planeta rojo y la Tierra y lo veo inviable...debe haber otro motivo, debe haber otra razón...
Hasta que leo las declaraciones del vicepresidente de los Emiratos Árabes Unidos explicando los irrebatibles argumentos científicos que sustentan la inversión de 8.000M€: "...llegar al planeta Marte es un gran desafío, y lo hemos escogido porque nos motiva...". Y flipo...porque nos motiva...porque nos motiva...porque nos motiva...mientras resuena en mi interior este argumento rebotando entre las paredes de mi cerebro, pienso que entre el genial agricultor de Almería y el citado jeque Mohammad Ben Rached Al-Maktoum no hay distancia alguna, y más que el aire del desierto, es la inevitable capacidad humana de encapricharse la que los une y mueve el mundo, por más que no se sepa a veces cuál es su dirección...
Con todos mis respetos a Almería, Dubai y la carrera espacial de las naciones árabes, que paséis buen sábado.
Abrazos,
Plax
Hace ya tiempo, mientras estaba en Alemania, mi padre me mandó un recorte de periódico con una historia que considero digna antecesora de las noticias de El Mundo Today...en ella se contaba cómo un señor de un pueblo de Almería, aburrido y con unas levantinas ganas de cachondeo, no tuvo mejor idea que hacerse una casa giratoria usando el eje de un Seat 127...una columna de hormigón armado con el eje encastrado, encima de la cual el hombre construyó un piso con vigas de acero, con sus paredes de ladrillo, su tejado a dos aguas e incluso su chimeneíta en el salón.
La historia era deleitosa cuando el señor decía que cada día le gustaba orientar su casa para tener las mejores vistas, y se hacía hilarante cuando el inventor se quejaba de sus desaprensivos vecinos, que le daban la vuelta por la noche la casa sin darse él cuenta (llegó a inventar un sistema para bloquear el giro del eje). Por supuesto, dado su farruquismo, compartí inmediatamente este relato con el Farruco, ese genio insuperable del humor, y sirvió para generar el concepto irrebatible desde entonces del Capricho que tenía uno, que aparecía precisamente como titular.
A partir de ese momento, encajé dentro de esa casilla a todas esas actuaciones humanas que surgen de vez en cuando, de buenas a primeras, sin justificación racional posible, que consisten en una inversión infinita de tiempo e ingenio con el objetivo último de satisfacer lo que a uno le sale de la zona genital. Como el señor de Almería. Cada vez que uno da con una de estas historias es como cobrarse una pieza, pero lo de hoy ya me supera, cuando leo que los Emiratos Árabes Unidos fundaron ayer, 18 de Julio de 2014, su Agencia Espacial, poniéndose como primer objetivo mandar una sonda a Marte en 2021...
¿Pa qué? Inmediatamente pienso que si la mandan los Emiratos Árabes, tiene que ser para buscar petróleo, y la cabeza se me dispara para imaginarme la sonda como el Curiosity, tan simpática con sus camaritas, sus paneles solares y sus ruedecitas, pero equipada con un pepino perforador del 15, al modo del montaje que me llegó por whatsapp con el supuesto retrato de un amigo en su tierna infancia, en el que aparecía un niño de tres meses armado con un formidable monster cock. Pero no, no puede ser. Imagino luego los metros de tubo pa la tubería que lleve el petróleo entre el planeta rojo y la Tierra y lo veo inviable...debe haber otro motivo, debe haber otra razón...
Hasta que leo las declaraciones del vicepresidente de los Emiratos Árabes Unidos explicando los irrebatibles argumentos científicos que sustentan la inversión de 8.000M€: "...llegar al planeta Marte es un gran desafío, y lo hemos escogido porque nos motiva...". Y flipo...porque nos motiva...porque nos motiva...porque nos motiva...mientras resuena en mi interior este argumento rebotando entre las paredes de mi cerebro, pienso que entre el genial agricultor de Almería y el citado jeque Mohammad Ben Rached Al-Maktoum no hay distancia alguna, y más que el aire del desierto, es la inevitable capacidad humana de encapricharse la que los une y mueve el mundo, por más que no se sepa a veces cuál es su dirección...
Con todos mis respetos a Almería, Dubai y la carrera espacial de las naciones árabes, que paséis buen sábado.
Abrazos,
Plax
Anda que no... Ayer estaba yo pensando, en mis innumerables horas dando de mamar... (25 horas al día dan para mucho) que vay tela, que para que me pongo a leer el periódico, que cómo está el mundo, que yo no estoy pa estas cosas ahora... y cuando estaba ya entrando en el mundo depresión (si antes estaba sensible ahora un poco más), veo un documental de La 2 (siempre nos quedará París, digo La 2), sobre la ciudad de Petra, pero desde un punto de vista diferente, de personajes de allí que viven por y para las maravillosas ruinas de Petra. Dentro de estos personajes, me sorprendió un joven (y guapo) muchacho que se llamaba Mamuk o algo así y que se había tirado 10 años yendo cada día a las ruinas, sentándose delante de la archiconocida portada y que había elaborado una teoría de que aquella portada es un calendario, con sus días de la semana, sus signos del zodiaco y to sus perejiles. El caso es que hay 30 y pico teorías sobre el significado de ese edificio, y este muchacho, sin estudios superiores ni nada, se puso se puso, y hasta ha llegado al rey que es el que subvenciona estas cosas y ahora tiene un equipo con más gente trabajando con él. Contaba que durante todos estos años era su madre (las madres, siempre las madres ahí apoyando a los hijos) la que creía en su teoría y le animaba. Total, que esta historia, como la del agricultor del Almería, me devolvió a la realidad y me hizo respirar un poco: el mundo dónde ha venido mi hija es una locura, sí, si leo los periódicos, pero siempre hay gente estupenda por ahí que decide algo y lo hace porque le da la gana, menos mal.
ResponderEliminarSi alguien sabe dónde está el pueblo de Amanece que no es poco que me lo diga, que mi hija y yo nos mudamos del tirón, a ver qué papel me toca.
Querida Manipura, es una alegría leerte tras el nacimiento de tu hija. Espero que todo haya ido fenomenal. Enhorabuena, y mucha suerte!
EliminarMe voy a informar sobre lo de Amanece que no es poco...no recuerdo haber visto esa película, y creo que para cerrar el fin de semana, puede ser buena opción.
Abrazos!
Plax...que no has visto Amanece que no es poco...si es el culmen del surrelismo hispano. Habrá un antes y un después en tu vida una vez que la hayas visto...no te digo más...
ResponderEliminarTomo nota, querido Marcos...he de ponerme al día...aunque parece que ese día está más lejos aún que antesdeayer...
EliminarUn abrazo