He tenido que dar un volantazo para evitar pegármela ante esta escena a la salida del IKEA, periferia sevillana en estado puro...
Ni el propio Almodóvar, mago del surrealismo patrio, pudo pensar en un decorado semejante. Barriles, sillitas y sombrillitas a la entrada del cementerio de Castilleja de la Cuesta...
Nunca fue mas claro lo de "el muerto al hoyo, y el vivo al bollo"...o a su servesita, sus aseitunita, sus chipirone o sus papita aliñá...
(bueno sí, más claro todavía es en la puerta del puticlub que hay al otro lado del cementerio, pero esa foto la dejo para otro día...)
Abrazos,
Hay un refrán que dice algo así como: quien va a un entierro y no bebe vino, el suyo viene de camino..
ResponderEliminarSe lo han tomado a pecho....