La Reforma Laboral... suficiente?

El pasado viernes, el Gobierno aprobó con su mayoría absoluta y de forma absolutamente democrática, como corresponde a un Gobierno mayoritario emanado del voto del Pueblo, la Reforma Laboral.

Reforma que según los TBOs más afines a la ideología conservadora del Gobierno, es una reforma histórica... aunque deberá ser la propia Historia la que la califique en el futuro como tal...





Creo que el Gobierno ha intentado hacer lo que debía. No critico la Reforma y creo que es sin duda positiva. A pesar de ser dura, es valiente y en la Era de la Austeridad es lo que nos toca.

Pero, reflexionando sobre la situación económica y laboral en la que nos encontramos, y reflexionando sobre las causas, me queda la duda de si la Reforma es lo más prioritario en este momento.

Desarrollo mi reflexión:

(1) Cuál es la situación actual?

a) Una situación en la que hay actividad económica, pero en un marco laboral que limita o hace gravoso para los emprendedores y empresarios contratar?

b) O una situación en la que no hay actividad económica alguna, y por tanto aunque el marco laboral sea el óptimo, los emprendedores y empresarios no pueden contratar porque aunque quisieran no tienen actividad a la que dedicar recursos humanos?

Mi reflexión me lleva a que estamos en la situación b).


(2) Y una Reforma Laboral a qué ayuda?

a) A facilitar el desarrollo económico y a la creación de actividad económica?

b) O a facilitar la contratación en un contexto de actividad económica pujante?

Mi reflexión me lleva a que ayuda a lo indicado en el ítem b).



Por lo tanto, mi reflexión me lleva a que esta Reforma Laboral, aún siendo buena, no va a ayudar a reducir de forma significativa el desempleo, porque el problema no es que los emprendedores y empresarios no se atrevan a contratar por culpa de un marco laboral restrictivo, sino porque no hay actividad económica alguna que requiera trabajadores.

Y en este contexto, mi reflexión me lleva a que lo más prioritario no era una Reforma Laboral que por supuesto, no estorba, sino un Plan de Desarrollo Económico Nacional.

Plan entendido cómo:

a) Analizar qué necesidades no cubiertas tienen el mercado interno y el mercado externo.
b) Analizar qué actividad desarrollada en la actualidad por nuestra industria y empresas es competitiva frente a los competidores exteriores en esas mismas actividades.
c) Con los análisis anteriores, definir en qué actividades podríamos ser capaces de diferenciarnos frente a los competidores externos y por tanto en qué actividades debemos apalancar nuestro crecimiento económico.
d) Con las actividades estratégicas identificadas podríamos hacer números de cuánto podría crecer nuestro PIB y podríamos cuantificar cuál debería ser el mercado laboral necesario para sostenerla (y con ello poder tener claro cuántos recursos nos faltan o nos sobran).
e) Con la decisión tomada, identificar qué capacidades debemos desarrollar y cómo desarrollarlas (a nivel educativo, de I+D, de inversiones...), para poder impulsar o poner en marcha las actividades identificadas.

Y con ello estar listos para empezar desarrollar las capacidades que nos hagan crecer a través de esas actividades estratégicas que impulsen nuestra economía.

Sin lo anterior, seguiremos perdidos, sin rumbo, ahogados por las economías emergentes y sin posibilidad de reducir nuestro nivel de desempleo actual.

Mi reflexión final me lleva a que un político no sabe hacer, ni vislumbrar cómo hacer, un plan de este tipo. Pero como parece que tecnocracia y democracia son palabras antagónicas, resolvámoslo con huelgas y acampadas perroflauteras.


Dentro de otros tres años, Gobierno, Agentes Sociales y Demócratas nos daremos cuenta de que todo esto no sirve para nada... y quizá sea demasiado tarde.


Miniurgo.