El capítulo 5 de este libro arranca con una cita de Erri de Luca:
- ¿Significa esto que cada vez que piense en una ausencia, debo decir que se trata de una presencia?
- Así es, y procura dar la bienvenida a cada ausencia. Dale siempre una buena acogida.
A pesar del mensaje estoico que Michel Rostain quiere transmitir tras la muerte de su hijo, supongo que es el tipo de libros que sólo puede resultar soportable leer cuando uno no es padre. Ni siquiera lo hubiera abierto si lo fuera. Por eso, amigos, no os lo recomiendo. Con este post sólo quería exorcizar la experiencia terrible y conmovedora que cuenta.
Abrazos
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