Vivo bien. No me quejo. Considero que tengo suerte, mi familia y mis amigos me rodean, río con ellos, disfruto con ellos.
Pero hay días como hoy, el de Reyes, en los que pienso que todo podría ser de otra manera. A lo mejor es rizar el rizo, cosas del perfeccionista que no he dejado de ser, para lo bueno y para lo malo. Podría haberme levantado como el año pasado, y haber encontrado con sorpresa el sendero de caramelos que yo mismo había dibujado en el suelo, antes de dormir, hacia los regalos. Podría haberlos abierto mirando a otra persona, con una sonrisa nerviosa, intentando adivinar con el tacto qué se esconde debajo del envoltorio. Podría haber reído de gozo viendo la reacción del otro ante mi presente, recibiendo la recompensa esperada de un gesto de asombro.
Este año no es así, qué le vamos a hacer. Por suerte también soy paciente, y sé que siempre lo mejor está por llegar. Pero una mañana como esta, a la espera de que lo mejor llegue, no puedo evitar tener un poco de nostalgia por el futuro. Un poquito nada más.
En un rato se me pasa. Felices Reyes, amigos. Disfrutad.
Abrazos
Plax
Un fuerte abrazo. Construye tu atalaya real en tu corazón, lo demás son fiestas esfímeras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Francisco. La tarde con mis sobrinos ha sido un bálsamo eficaz.
ResponderEliminarUn abrazo
A veces, cuando escribo en este blog mis respuestas, que más que respuestas son post/respuestas, pienso que no sé si me cuelo escribiendo mucho, o que me cuesta no contar cosas personales, a veces paso y las cuento, otras echo mano de la literatura y le doy vueltas para que se sobreentienda lo que quiero decir, otras veces simplemente desaparezco un tiempo de por aquí, aunque siempre vuelvo porque realmente me motivan las cosas que leo. A veces, cuando leo las respuestas de Francisco Espada, pienso, ojalá supiera cómo ser tan certera con tan pocas palabras.
ResponderEliminarHoy me voy a callar, porque esta crónica tuya me parece tan suave, tan sencilla y a la vez tan brutalmente dura que me ha dejado hecha polvo. Cuántas cosas podría decir, tres blogs para mi sola. Demasiado cercana, demasiado real para el último día de vacaciones. Me jartao de llorar. Gracias por seguir pensando que las cosas pueden ser de otra manera y por decirlo así. Plax, sinceramente gracias.
Querida Manipura,
EliminarRealmente es de agradecer tu sinceridad y frescura a la hora de escribir tus comentarios. Es cierto que son a veces más posts que comentarios, pero como dices, es lo que pida el momento, y no se puede ni se debe controlar.
Realmente me ha dejado pensativo el ver que he podido generar alguna preocupación. Especialmente si ha provocado, a su vez, algún atisbo de tristeza, como interpreto que haya podido ser el caso. A mí me daría también para escribir unos cuantos de blogs completos sobre el asunto: la verdad es que hay momentos en que me planteo el sentido de mi deriva, si realmente es una deriva, y si lo que sea que es tiene realmente algún tipo de sentido.
Esa deriva choca a veces con un arrecife, como pudieran ser esas fechas “señalaítas” tipo Reyes, y si vas nadando normalmente a pecho descubierto es de esperar que te raspes. Pero como decía el sabio y bueno de Francisco, es cuestión de construir tu atalaya, apoyarte en la piedra con la que has podido golpear y subirte a ella. Aprovechar su poca profundidad para sentarse y mirar alrededor. Porque tarde o temprano, vuelve a subir la marea. Insisto que estoy convencido: las cosas siempre pueden ser de otra manera.
Realmente me halaga lo que me dices, Manipura. Y me abruma, siempre en el sentido positivo. De tus comentarios, igual que los que suelo encontrarme en este sitio, saco una conclusión, que va en la línea de lo que comentaba hace poco. Que uno es más rico por lo que recibe, más que por ninguna otra cosa.
Gracias de verdad a ti por acompañarnos, Manipura. Un abrazo fuerte.
Un abrazo Plax.
ResponderEliminarGracias Abuelo. Yo en realidad no pensaba que iba a causaros preocupación. En realidad sabéis que me encuentro bien, ¿verdad?
EliminarSi lo dudáis lo confirmo.
Un abrazo fuerte
Querido Plax: sé, y me alegro que me lo confirmes, que estás bien. Pero me he sentido identificado con tu post. Quizás no choque los mismos días y con los mismos arrecifes que tú, pero a veces también me encuentro algo a la deriva.
EliminarPor supuesto que la única solución es la que propone Francisco, lo que pasa es que a veces el temporal también mueve la atalaya...
Un abrazo amigo.
Querido Pablito: cuenta conmigo si hay que empujar contra el temporal. Otro abrazo para ti.
EliminarEl año que viene te invito a pasar la noche de Reyes en casa. Las caras de asombro, las filas de caramelos y las sorpresas están garantizadas. Si eres bueno es posible hasta que sus Majestades te traigan algo.
ResponderEliminarLa cartera la puedes dejar olvidada en casa, pero es imprescindible traer un zapato :-)
Muchas gracias Juanjo, porque lo dices de corazón. Intentaría llevar también la cartera, por si los Reyes me echan dinerito... ;)
EliminarUn abrazo fuerte