lunes, 24 de junio de 2013

Alosno, 24 de Junio

Fue hace un par de semanas cuando lo pensé por vez primera, y anoche cuando finalmente me decidí: esta mañana me he levantado a las seis y he salido rumbo a Alosno.

En el camino, me he acordado del tiempo que llevaba sin ir; fue en un San Juan de hace siete años. Desde entonces, han construido una variante que evita el paso por San Bartolomé, donde mi padre solía parar a comprar hornazo cuando íbamos y cuando volvíamos del pueblo. En ese tiempo, también mi tía había hecho una reforma en la antigua casa de mi abuela, que no conocía. He visto la antigua casa de mis abuelos, en la calle de la Iglesia, y se distinguían sus rasgos debajo de nuevos ladrillos y pintura. He visto viejos amigos, algunos de ellos muy cambiados, y no he podido ir a visitar a la hermana de mi abuela; la pobre no me habría reconocido.

Ya estaba sobre aviso de que los cohetes no harían el ruido ensordecedor de toda la vida: mi tía me ha contado que desde hace tiempo, los colocan en un sitio apartado, para evitar que ocurran desgracias como la de aquel año que reventaron los cristales de la puerta de casa. Pero aun así, aunque todo había cambiado, no he podido evitar las lágrimas al escuchar la folía, y acordarme de todos, los que no estaban hoy allí, y los que hace tiempo que no están con nosotros.


Menos mal que he ido. Porque aunque todo había cambiado, allí he vuelto a encontrarme conmigo mismo.

7 comentarios:

  1. ...por cierto, felicidades, querido Juanjo...
    Un abrazo!

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  2. Qué bien Pla, tener ilusiones como esta, y poder cumplirla.
    A mí no me queda ninguna...
    Un abrazo:
    Pablo

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  3. Abuelo: las tienes, más cerca de lo que crees, seguramente todos los días en casa. No tienes que salir a buscarlas...
    Un abrazo, Abuelo
    Plax

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  4. Bonito post querido plax...a mi hay veces qué volver atrás, revivir experiencias pasadas...me da perspectiva del presente y me enseña caminos para mi futuro.

    Un abrazo

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  5. Me alegra Plax que hayas ido. Yo tb tuve la necesidad de ir, supongo que en eso consisten las raíces... Fue un 2 de octubre, Mijail apenas contaba 17 días de vida y camino de la Antilla decidí variar el rumbo para enseñarle a mi pequeño de donde viene su 50%. Me costó trabajo. Habían pasado ya 7 años desde la última visita y los sentimientos estaban a flor de piel. La nueva variante tb me hizo dudar de sí había cogido el camino correcto, pero al fin vi la "bota" y llegué.

    Fuimos directamente a la calle la iglesia. Allí enseñé a Mijail donde jugábamos cuando chicos, la puerta de la iglesia que utilizábamos de portería, la cuesta en la que aprendí a montar en bici.., y me detuve un rato frente a la casa de los abuelos. Él dormía pero una sonrisa se dibujaba en su rostro como si supiera donde estaba. Sentí energía.
    Seguro que te ha pasado lo mismo. Es bueno y da perspectiva volver a los orígenes.

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    1. Ya me emocionó que llevaras a Mijail en su primer viaje fuera de Sevilla...un abrazo, Bisagra!

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  6. De Alosno a China. Qué grande eres Plax.

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