domingo, 11 de agosto de 2013

Muchos chefs para pocos indios

Queridos amigos,

He de reconocer que me sorprendí viendo los tres últimos episodios de Máster Chef: y digo que me sorprendí, porque cuando en su día vi anunciado el programa, pensé en la profunda incongruencia de su fórmula: un grupo de personas a las que se le supone una cierta habilidad en la cocina, cocinando platos imposibles con ingredientes imposibles guiados por chefs-gurús de criterios y razonamientos imposibles...si al menos dejaran probar a los espectadores de alguna manera el contenido de esos platitos gastro-minimal que con parsimonia y a dos carrillos habría de valorar el jurado, decía yo, el planteamiento tendría un mínimo de coherencia...

Pero no. No pude resistirme, extrañado, atraído y curioso por la repercusión que el concurso de chefs estaba teniendo. Y la verdad, es que después de la final en la que ganó el que se esperaba que iba a ganar, sin que hayamos tenido nunca ni idea de si lo que cocinaba estaba bueno o era una bazofia, me quedé pensando en cuál sería el secreto del timo. ¿Cómo me he podido enganchar a estos tres episodios últimos de esta pamplina de concurso, si nada de lo que aparece es verificable? El ciclismo, las motos y la F1 se deciden por el cronómetro. El fútbol, porque un equipo marca un gol más que el otro. Saber y ganar, por la tarjeta de respuestas del Trivial (que nuestro querido Juanjo tiene sin nunca haberlo reconocido), que con tanta presteza maneja el incombustible Jordi Hurtado. Fama ¡a bailar!, porque veías que hay gente que baila y que lo hace mejor que otra. Todo eso es objetivo...pero sentado en mi casa, mirando la pantalla apagada de la tele al terminar el concurso, me preguntaba: ¿cómo consiguió engancharme Máster Chef sin haber sabido qué demonios cocinaban esos tíos?

Pensé...pensé...pensé...y lo vi...



...bueno, la vi...me di cuenta de que la razón por la que me había enganchado era Eva González, esa diosa insuperable de Mairena del Alcor...Ni un motivo más. Fin de la duda, C.Q.D.

La cuestión es que una vez despejada la incógnita hormonal de mi atracción súbita por la gastrofórmula de Máster Chef, me armé de argumentos razonables para no verlo nunca más...y cuando ya tenía mis criterios claramente apuntados en mi cuaderno, me entero por TeBeoVisión Española que preparan la secuela del concurso para después de las vacaciones, esta vez con niños...ante lo cual me surge una duda cósmica con varias derivadas, de las cuales os transmito estas:

- La primera es más sociológica: ¿realmente tenemos una cultura culinaria en nuestro país como para que ahora hasta los niños te puedan hacer un suflé de hígado de codorniz al estragón salvaje del jerte con ralladuras de alcaparras, o prepararte en nitrógeno líquido un chop suey de ternera lechal asturiana al aceite de oliva con aroma de espeto de sardina de Málaga? ¿No se tratará de la transmisión generacional de la cultura de la burbuja en la que hemos vivido? ¿No es todo esto pura farfolla?

- La segunda es más de todos los días: ¿a los niños en las casas no se les dice siempre: "fuera de la cocina"? ¿Qué hacen unos pipiolos en una televisión pública levantando claras con una minipimer, cortando una cebolla en juliana con cuchillos japoneses o dorando solomillos en aceite hirviendo?

Lo siento amigos de Máster Chef...podéis poner a Eva González, a Mónica Bellucci y un holograma de la Sofía Loren de 1958 a presentar la edición infantil de vuestro programa, que no lo veo...porque como empecemos con los niños con la que está cayendo, dentro de 25 años me veo que en España va a haber muchos chefes, para tan pocos indios...

Con todos mis respetos, y admiración incondicional a la diosa de Mairena...

Plax

2 comentarios:

  1. Pues a mí esta Eva no me acaba de convencer. Será que le he cogido manía por presentar el programita de la copla de Canal Sur...

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