Soñé que era noviembre, y más concretamente el ocho de noviembre de 2016, el día de las elecciones de los Estados Unidos de América. Me encontraba plantado frente al televisor de mi salón y en unos minutos se iba a comunicar el ganador de las elecciones. Por alguna razón, estaba enormemente inquieto. Pasados unos minutos, el actor de la serie Newsroom anunciaba al vencedor...
Con cara de pocos amigos, y voz de circunstancias, anunciaba que el próximo presidente de los Estados Unidos de América sería Guffi Gubeers que junto con el Actor Secundario Bob como vicepresidente, sucederían a Barak Obama gracias a que habían conseguido un noventa y cinco por ciento de los votos...
Minutos más tardes, Guffi Gubeers en la Plaza Mayor de Fondo de Biquini pronunciaba antes miles de personas allí congregadas, un discurso histórico, cuyas ideas principales giraban en torno a que por primera vez un cacahuete, junto con un actor secundario presidirían a la nación más poderosa de la Tierra, lo cual nos llevaría a una situación de progreso y bienestar en la que ni un lindo gatito pasaría hambre, y en la que hasta las muñecas de juguetes tendrían sanidad garantizada y helados gratis los fines de semana. En la que los niños serían felices y las abuelas cocinarían galletitas como el Oráculo de Matrix, mientras los padres y madres trabajarían sólo lo necesario y por hobby para poder jugar por las tardes con sus hijos... discurso que consiguió que los asistentes venidos de Concha City, de Hollywood, del Planeta de los Simios, y hasta de Detroit, aplaudieran emocionados, mientras gritaban a coro enaltecidos "Yes We Will", "Yes We Will", "Yes We Will"... tras lo cual apareció Will Smith en el escenario para cantar la canción del Príncipe de Bel Air como cierre del discurso, ante el clamos popular de todos los asistentes...
Minutos más tarde, el mismo presentador de Newsroom, con la misma cara de pocos amigos y voz de circunstancias anunciaba que Guffi Gubeers había obtenido el Premio Nobel de la Paz, por no se sabía muy bien el qué, aunque los rumores apuntaban a que era por conseguir la pacificación de Concha City.
Para seguidamente comunicar, siempre con la misma cara de pocos amigos y voz de circunstancias que a pesar de todo el entusiasmo de los primeros minutos, pasados tres años de la elección del Presidente Guffi Gubeers, todo en realidad seguía igual, y que ni las muñecas tenían sanidad pública, ni los padres podían jugar con sus hijos, los lindos gatitos seguían teniendo más hambre que el perro de un ciego, y que ni "We Can, ni We Will, ni ná de ná..."
Y de repente desperté, con el recuerdo del sueño, entremezclado con el recuerdo del primer discurso de Barak Obama desde Chicago en el que me puso los pelos de punta, mientras me preguntaba por qué sería exactamente recordado Barak Obama en el futuro, además de por haber sido el primer presidente de raza negra de los Estados Unidos de América... y ahí sigo dándole vueltas.
Con todos mis respetos.
Miniurgo.
Pensamiento onírico estremecedor...
ResponderEliminarRealmente creo que lo del Nobel de la Paz a Obama fue la mayor cagada de la historia de los premios Nobel. Si Nobel levantara la cabeza, dinamitaba la sede de los Nobel...
Aunque lo que también creo es que el hecho de que sea el primer presidente negro de los Estados Unidos es un acontecimiento histórico sin precedentes...solamente espero ya al primer presidente latino...esperemos que no tarde mucho.
With all due respect,
Pero pasar a la historia por el color de tu piel es absolutamente triste, siempre con visión de seres humanos del siglo XXI...
ResponderEliminarMi reflexión de fondo es que Obama es un pufo, tanto como si Guffi Gubeers fuera el presidente, vamos que si intercambiáramos hoy a uno por el otro no nos daríamos ni cuenta porque qué aporta Obama al progreso de la humanidad que nos prometió en aquel estremecedor discurso de Chicago...
Lo que me lleva a incrementar mi desconfianza respecto a los políticos = a charlatanes sometidos a los poderes fácticos que son los que de verdad gobiernan, en USA, China, Rusia, Sponien... y hasta en la futura Catalonien.
...totalmente de acuerdo, Miniurgo, en tu definición de charlatanes sometidos a los poderes fácticos. Pero creo que el hecho del color de la piel no es menor, ni triste. Lo triste era la situación previa, que hace 50 años nadie pudiera imaginar que ese hecho ocurriera...por supuesto que en términos prácticos da igual. Bajo unos niveles mínimos de inteligencia (excepto en el caso español), cualquier charlatán puede dar un discurso en nombre de los poderes fácticos, independientemente de sus genes. Pero socialmente, simbólicamente, el color de la piel significa algo. Y los símbolos también cuentan. La lástima es que luego la caguen, o que su aportación se quede en el 10% de lo inicialmente estimado...
ResponderEliminarClaro, pero que 50 años después nos emocionen estas cosas es objetivamente triste y neandertálico...
ResponderEliminarYo visualizo esto como si mañana eligieran a un director de la escuela de arquitectura gitano, hiciera un discurso de posesión antológico del tipo sí los arquitectos podemos, pero después de cuatro años no consiguiera nada de nada y la conclusión fuera: joder pero era el primer gitano director de la escuela y eso hace 50 años era impensable...
Y desde mi esquema mental, me da igual si es gitano, negro, chino, turco otomano, gay, transexual, madre soltera, prostituta, semental... Lo importante es que cumpla bien su función. Los símbolos son del neanderthal y el progreso, en mi humilde opinión no se construye con símbolos sino con acciones transformadoras y eso precisamente es lo que prometió Obama y no está cumpliendo, por lo que por mí como si es negro, mulato o filipino... Pasará a la historia como un presidente intrascendente... Con todos mis respetos...
Qué gran serie The Newsroom. Respecto de la discusión, estoy un poco en medio. Creo que tiene valor simplemente el hecho de que Obama sea elegido presidente. Aunque si después va a quedar en poco, pues...
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