De Pyongyang a Roswell, pasando por Beijing

Queridos amigos,

El pasado sábado, mientras pasaba el día en el aeropuerto de Beijing, tuve lo más parecido a un avistamiento UFO que he pasado en mi vida...en la puerta de embarque al lado de mi vuelo, un avión estacionado cuya bandera de cola me hizo ser consciente de que estaba ante un acontecimiento extraordinario...

Un avión de las líneas aéreas de Corea del Norte, Air Koryo, cuya presencia ni siquiera estaba anunciada en las pantallas de salidas y llegadas del aeropuerto, ni en la propia puerta de embarque...consciente de que sería una ocasión única, y pensando en todo momento en nuestro querido Abuelo del blog, logré echar una foto de calidad discutible, pero que sirve de testimonio...

A los 10 minutos, llegaron los únicos ocupantes del avión. Siete coreanos del Norte auténticos: tres por delante con maletines, uno gordo que parecía el jefe, al que acompañaban dos acólitos, y uno en última posición, que llevaba unos papeles en la mano, que no sé si serían los billetes...se montaron como auténticos extraterrestres en su nave, que minutos más tarde estaba ya volando con destino a ese lugar tan amado por nuestro Abuelo...siete tíos para un avionaco de un país sin gasolina...de un país del que no sabemos nada más que los excesos de una dinastía, el hambre canina de muchos, y los desfiles de miles de seres humanos convertidos en teselas de mosaicos aberrantes y multicolores...cerrado a cal y canto al exterior...auténtica reserva, parque humano de la vergüenza para el mundo...

Mira que he estado en el Museo Alien de Roswell, Nuevo México...pero desde entonces, en aquel encuentro freak, no había reflexionado sobre la auténtica naturaleza de los alien...el otro día, en Beijing, tuve la suerte de avistar a siete de ellos...montándose en su nave, rumbo a otro planeta...

Con cariño para el Abuelo,

Plax