Son apenas las diez y media de la noche en Atibaia, estado de San Pablo en Brasil. Estaba a punto de meterme en la cama, fundido, cuando el ruido de la calle me ha provocado una reflexión que quería compartir con vosotros.
Recuerdo cuando Justo, un compañero onubense de Teleco con el que apenas compartía saludos y alguna que otra charla intrascendental, en ese entorno tan mustio, rancio y lleno de reptiles como era la Escuela de Ingenieros, nos relata como la Botellona surgió en Punta (Punta Umbría). Nunca dí mucho crédito, ni me interesó el origen de este fenómeno, pero desde entonces fueron más de uno, lo onubenses que me relataron ese mismo suceso, situando siempre a Punta en el epicentro del origen de ese fenómeno aburrido orientado a alcoholizarte de forma económica, pasando un frío o calor del demonio, mientras revientas tus piernas durante enemil horas de pié, vaso de plástico en mano. Ese fenómeno que desoló los mejores años de nuestra adolescencia PoNi.
Hoy, compruebo con asombro, pero sobre todo con sueño, cómo ese fenómeno originado en Punta, hoy cuenta con seguidores en Atibaia. Seguidores que creo que esta noche no me van a dejar dormir.
Podría haber reflexionado sobre la tasa de crecimiento del PIB en Brasil, sobre las cuantiosas necesidades de puestos de trabajo en una economía que no para de crecer, sobre los riesgos de la creación de una burbuja crediticia en Brasil, sobre como la maldita crisis que nos asola, está sudamericanizando a Europa y viceversa... Pero por alguna razón, la reflexión que me viene a la mente desde este BRIC, es sólo ésta sobre el origen y globalización de la Botellona. Debe ser el sueño.
Buen fin de semana a todos.
Miniurgo.
Querido Miniurgo, la globalización nos depara sorpresas impagables como esa...desde Andalucia al estado de San Pablo...siento que una de las manifestaciones más surrealistas de la teoría del caos que cuentas te impida dormir...pero no sé si por el ruido de fuera, o por pensar en el efecto mariposa que provocó ese cani que salió un día de su casa con su botella de DYC y su cocacola para tomarse unos cubatas mirando hacia la ría de Huelva...flipo, Miniurgo, y te acompaño en el sentimiento...abrazos
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