Queridos amigos,
Han sido cinco años desde la primera Blackberry. Empecé con la Pearl, esa maravilla de la tecnología que me permitía trabajar en el AVE cuando iba y venía semanalmente a Madrid. Pequeña y robusta, tenía el tamaño de un móvil convencional, pero incorporaba todo aquello que necesitaba. Las minúsculas letras de su modesta pantalla no eran un obstáculo, aunque creo que a la larga, fueron responsables de que se me desatara la miopía que actualmente tengo.
Luego vino la primera Bold, caballo grande, ande o no ande. No quedé demasiado contento con ella: no sólo resultaba algo excesiva en su tamaño, sino que debí tener mala suerte, para que me la tuvieran que cambiar en tres ocasiones. Aun así, ese bicho negro con bordes plateados, de diseño digno de los diseñadores de Volvo de los años 70, llamaba la atención. Esa perlita brillante hipnotizaba a la gente, y fue responsable de que varios amigos míos se decidieran también por ella.
Por último, hace año y medio, dudando entre renovarme con la Torch o con la Bold actualizada, decidí mantenerme fiel al sonido mecánico del teclado en miniatura, que creaba un efecto de mise en abîme cuando lo colocaba al lado del ordenador...Eso a pesar de la traición que supuso para mí que los diseñadores de RIM decidieran cercenar la bolita del poder y sustituirla por un insulso (aunque igualmente efectivo, hay que reconocerlo) cursor óptico.
Pero llegó el sábado y todo cambió. El Imperio de la Manzana llegó hasta mis puertas. La muerte de la Blackberry fue aséptica, tan rápida que nadie se dio cuenta, nada más que ella. Fue solamente una llamada al servicio técnico: "En breves momentos, la SIM de su terminal actual dejará de funcionar, y será operativa la nueva MicroSIM de su terminal nuevo".
El alma SIM voló de Waterloo, Ontario, a Cupertino, California...debió ser mientras empezaba a manipular el nuevo objeto de deseo de la manzana...la pantallita negra de la Blackberry languideció mientras mis dedos empezaban a pulsar las teclas inmateriales del iPhone...en ella se pudo leer, a modo de epitafio: "SIM no provista:2--SOS", lo que en lenguaje cibernético venía a ser su último mensaje: "Buena la has hecho, cabrón..."
Encima de la mesa quedó su cadáver. Sospecho que en ese momento, el iPhone debió activar el programa secreto que tienen preparado en estos casos para retransmitir al cuartel central de Apple las imágenes que certificasen la muerte del enemigo, como hicieron los SEALS con Bin Laden: "Geronimo"...
Querida Blackberra, you will be missed. He de reconocerte que de vez en cuando me asalta la nostalgia.
Requiescat in pace. Amen.
Con todos mis respetos,
Plax
Han sido cinco años desde la primera Blackberry. Empecé con la Pearl, esa maravilla de la tecnología que me permitía trabajar en el AVE cuando iba y venía semanalmente a Madrid. Pequeña y robusta, tenía el tamaño de un móvil convencional, pero incorporaba todo aquello que necesitaba. Las minúsculas letras de su modesta pantalla no eran un obstáculo, aunque creo que a la larga, fueron responsables de que se me desatara la miopía que actualmente tengo.
Luego vino la primera Bold, caballo grande, ande o no ande. No quedé demasiado contento con ella: no sólo resultaba algo excesiva en su tamaño, sino que debí tener mala suerte, para que me la tuvieran que cambiar en tres ocasiones. Aun así, ese bicho negro con bordes plateados, de diseño digno de los diseñadores de Volvo de los años 70, llamaba la atención. Esa perlita brillante hipnotizaba a la gente, y fue responsable de que varios amigos míos se decidieran también por ella.
Por último, hace año y medio, dudando entre renovarme con la Torch o con la Bold actualizada, decidí mantenerme fiel al sonido mecánico del teclado en miniatura, que creaba un efecto de mise en abîme cuando lo colocaba al lado del ordenador...Eso a pesar de la traición que supuso para mí que los diseñadores de RIM decidieran cercenar la bolita del poder y sustituirla por un insulso (aunque igualmente efectivo, hay que reconocerlo) cursor óptico.
Pero llegó el sábado y todo cambió. El Imperio de la Manzana llegó hasta mis puertas. La muerte de la Blackberry fue aséptica, tan rápida que nadie se dio cuenta, nada más que ella. Fue solamente una llamada al servicio técnico: "En breves momentos, la SIM de su terminal actual dejará de funcionar, y será operativa la nueva MicroSIM de su terminal nuevo".
El alma SIM voló de Waterloo, Ontario, a Cupertino, California...debió ser mientras empezaba a manipular el nuevo objeto de deseo de la manzana...la pantallita negra de la Blackberry languideció mientras mis dedos empezaban a pulsar las teclas inmateriales del iPhone...en ella se pudo leer, a modo de epitafio: "SIM no provista:2--SOS", lo que en lenguaje cibernético venía a ser su último mensaje: "Buena la has hecho, cabrón..."
Encima de la mesa quedó su cadáver. Sospecho que en ese momento, el iPhone debió activar el programa secreto que tienen preparado en estos casos para retransmitir al cuartel central de Apple las imágenes que certificasen la muerte del enemigo, como hicieron los SEALS con Bin Laden: "Geronimo"...
Querida Blackberra, you will be missed. He de reconocerte que de vez en cuando me asalta la nostalgia.
Requiescat in pace. Amen.
Con todos mis respetos,
Plax
Y yo diciendo: ¿el mamón este por qué no me contesta al mensaje del chat de la BB que le he mandado?
ResponderEliminar¿Y de verdad la vas a echar de menos? Será porque la usabas para algo más que para trabajo, porque si no...
ResponderEliminarLa manzana todo lo puede plax...si te sirve de consuelo yo aún echo de menos mi móvil Nokia que sobrevivió a múltiples golpes y cabreos... Todavía hoy pienso que quizás cambiando la batería vuelva a ser el de siempre.... Pero lo cierto y verdad es que esto del aifon es la ostia...
ResponderEliminarLa verdad es que sí hay algo que NO echo de menos...y es la lucecita roja de aviso de correo...al menos el iPhone, como dicen que está hecho para jugar, te deja tranquilo sin tanta lucecita roja...eso sí que llegó a enfermarme por momentos...Pero se lo había perdonado...snif...
ResponderEliminarIllo Plax, lo de la lucecita roja se tarda 15 segundos en quitar. Yo sé que tú cerebro está tan dotado para el conocimiento como poco para la tecnología, pero eso era fácil de lograr.
ResponderEliminarAntes del verano se me murió la htc y pasé a la bb Bold... Un truño. La otra noche entró en coma y hubo que reinstalarle todo el sistema operativo.
ResponderEliminarLa htc también era un truño, y es que el teclado táctil es lamentable... del orden del del I-phone...
La humanidad epilécticamente conectada a los smartphones, creo que necesita un BlackPhone... la integración conceptual de la bb y el I-Phone. Eso sería perfecto: teclado físico, pero en un tamaño manejable, pantalla gráfica que evite la miopía, estabilidad del sistema operativo y acceso a aplicaciones gilipollezcas que te hagan sentir trendy... BlackPhone.
Un abrazo.
Un arquitecto trendy como tu...nunca entendí tu defensa de la BB. Supongo que fue tu acceso a este mundo adictivo de los smartphones.
ResponderEliminarTu eras carne de i-phone desde el principio pero no sé por qué te sedujo la bb.
Como dice spader, los que la usamos prácticamente solo para el curro, la bb tiene una ventaja sobre todos los demás y es el teclado. Si escribes tropecientos correos al dia y chateas sin parar, no hay nada mejor. Esa ha sido su ventaja y la facilidad para que entre en el mundo corporativo, el teclado y la gestión del correo. Y las aplicaciones de colorines y musiquitas...pa los frikys.
Porque aunque tu la descubrieras algo más tarde...recuerdo un viaje que Miniurog y yo hicimos a Houston en 2003 y donde la CRACKberry ya hacía estragos entre los clientes corporativos.
Ese fue su auge.
Ahora, no nos engañemos, Rim va a por los chavales con el messenger y regalando los terminales porque se le agota la cuota de mercado.
I-phone mantiene a sus fieles, entrando en los coporativos y mientras ahí crece Android...Android se lo acabará comiendo todo, porque Google ha puesto el ojo en la movilidad y para eso ha comprado a Motorola.
Así que cuando salga un buen i-phone o Android con un buen teclado...a juir las blackberry.
El Blackphone...lo hará Google. En breve.
Abrazos y Dios salve nuestras BB! qué haríamos sin ellas!!!! ;-))