Hace frío…diez y media de la noche en una ciudad perdida de Japón…busco algo para tomar antes de dormir…decidiéndome entre la cerveza fría o el café caliente, de repente aparecen las luces del conbini…en este caso un Lawson, como podría haber sido un 7-eleven, o un Family Mart…y con él, una inusual y agradable sensación de hogar…
Realmente no sabría cómo describir el paisaje urbano de Japón. Es completamente diferente a la regulada y ordenada Europa: en medio de la ciudad puede aparecer un cementerio, igual que al lado del cementerio levantarse una torre de alta tensión, que al lado de la torre de alta tensión haber un campo de práctica de golf a tres niveles con un templo sintoísta dentro…
Y entre todo ese orden incomprensible para un europeo, la única constante es el conbini. A su vez, también, parecido a un supermercado en miniatura (convenience store), pero en el que puedes encontrar a su vez, un cortaúñas puesto junto a las chocolatinas, gayumbos de emergencia al lado de bollicaos, o revistas porno junto a precocinados de buey al curry para comer…
Japón es el conbini, y el conbini es Japón. Con todos mis respetos para los japoneses, y a su manera especial y única de ordenar su mundo…
Plax
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