…es frecuente ver a la gente echando una cabezadita en los trenes y metros de Japón. Hay quien deja caer la cabeza atrás, quienes lan inclinan con ángulos milagrosos hacia ambos lados, también los hay que desarrollan la técnica de poner las manos a lo butterfly pillow agarrándose el cuello…pero el 99% de los japoneses se soban con el tracatrá de las vías…y lo saben.
Pero es un acto, el de dormir en el tren, tremendamente solitario. De hecho, la gente solo reacciona cuando involuntariamente echa la cabeza en el hombro de el de al lado, y como impulsados por un resorte, vuelven a su posición original. Por eso, ver cómo una parejita, después de haber echado sus horitas de karaoke, o de comerse un okonomiyaki juntos, juntan sus cabezas para descansar hasta su estación, me vuelve a llenar de ternura…tanto o más que si llevaran los mismos botines puestos…
Con todos mis respetos por esta pareja, y por todas las que hacen lo mismo sin temer a dejar en el otro su reguero de babita…vivan los love trains...
Plax
Pero es un acto, el de dormir en el tren, tremendamente solitario. De hecho, la gente solo reacciona cuando involuntariamente echa la cabeza en el hombro de el de al lado, y como impulsados por un resorte, vuelven a su posición original. Por eso, ver cómo una parejita, después de haber echado sus horitas de karaoke, o de comerse un okonomiyaki juntos, juntan sus cabezas para descansar hasta su estación, me vuelve a llenar de ternura…tanto o más que si llevaran los mismos botines puestos…
Con todos mis respetos por esta pareja, y por todas las que hacen lo mismo sin temer a dejar en el otro su reguero de babita…vivan los love trains...
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