Corriendo por el río Kamo me despido de Kioto, y empiezo mi regreso a España.
Como los submarinistas para volver a la superficie, la transición será gradual: de Kioto a Tokio, de ahí a Shanghai, luego Ámsterdam y finalmente Sevilla.
Aun así, creo que cuando llegue me zumbarán los oídos. Esta descompresión será compleja.
Abrazos,
Plax
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