Dónde vamos a mirar ahora?

Hace unas semanas, Eugenio dedicaba un post a Perdidos. Me gustó mucho su entrada. Poco más se debe añadir sobre lo que allí está expuesto, y tan bien expuesto. Como es costumbre en ese blog.

Ya han pasado varias semanas de aquel Lunes Friky, del final del mayor fenómeno paratelivisivo de todos los tiempos. Y ya empiezo a poder aterrizar pensamientos sobre Perdidos.

Y tratando de profundizar en el bosque, intento quitar las primeras hojas. Con todos mis respetos a los aspirantes a críticos de arte audiovisual, es absurdo buscar explicaciones a la ciencia ficción. Es como querer demostrar el código genético de Allien para poder aceptar que te gusta esa película, o tirar por la borda a Terminator porque es imposible que circuitos integrados sean capaces de integrar ADN humano con robótica... alguién se ha planteado cuestionar esas películas por algo similar alguna vez? Por qué cuestionar entonces Perdidos por detalles similares?

En el bosque de mi alma, el mensaje final me ha ayudado a catalizar pensamientos íntimos sobre el "Yo", sobre el "Por qué" y sobre el "Para qué" trascendental... sólo por eso me congratulo de haber experimentado estos meses de sprint para llegar al Lunes Friky.

Puede sonar a friky y a absurdo. Seguramente. Casi todo pensamiento ajeno suena a absurdo. Pero aunque le pese a Steve Jobs, en el internet de los blogueros cada uno escribe lo que piensa, con todos sus respetos... como hacen los redactores a los que tanto quiere Steve Jobs, bajo el olor del dolar, escribir de lo que piensan. Y a quien no le gusta, descarta, con todos sus respetos, y sigue buscando.



"La Constante" y "La felicidad estoica" y "La segunda oportunidad"... están correlados con los pensamientos a los que me lleva el mensaje que veo en Perdidos. Como bien apuntaba nuestro querido Abuelo, "La segunda oportunidad" es como un colofón reflexivo impulsado por Perdidos, que ha actuado de pegamento de ideas.

A la dimensión de mi interior espiritual que me ha llevado hasta esas reflexiones es hacia donde tengo que seguir mirando.

El Miniyo del Demiurgo.