Qué malito que he estado....

La otra noche me jugó una mala pasada mi costumbre de dormir a torso descubierto sea cual sea la estación del año en la que nos encontremos. Aunque hay algunos por ahí (¿verdad cuñi?) que afirman que yo siempre llevo dos camisetas: una de grasa y otra de pelo. El caso es que me desperté el pasado domingo destapado y muerto de frío.

En ese instante ya me di cuenta de que durante las siguientes horas se iba a librar una batalla en mi organismo entre los virus atacantes y mi sistema inmunológico. Será porque ya estoy más cerca de los 40 que de los 30 (hace 200 años ya hubiera estado preparando mi tumba), y como me temía, ganaron los invasores.

Tras quedada con mi querido amigo Juanjo, comida con la familia política, y tragarme con mi querido cuñado un insufrible Huesca-Betis, me fui a casa, y mientras el R. Madrid remontaba el partido al Villarreal, con la chulería de Mourinho incorporada, empecé, quizás ayudado por el espectáculo contemplado, a sentirme realmente mal.

Total, que los tres días que he pasado no se los deseo ni a mi peor enemigo. Estos son algunos de los acontecimientos particulares de estos días que creo os ilustrarán:
- El lunes ni me acordé de que daban el Balón de Oro.
- Ese mismo día tampoco vi mi capítulo Rubicón. La abuela me lo tiene grabado pero mi cerebro todavía no está en forma para asimilar tanto detalle.
- El martes por la noche, con fiebre y poco antes de acostarme, me encontré en la tele con una película que ineludiblemente dirigió mi cerebro a este nuestro querido blog. La película se llamaba “Tensión sexual no resuelta”. He aquí un tráiler de la misma:



Aún no sé si lo que veía era verdad o producto de delirios y alucinaciones motivadas por la fiebre. ¡Vaya tela la peliculita! Después serán otros los que le hacen mala propaganda al cine español.

Ayer ya me recuperé un poquito, e incluso sonreí con algunos SMS que me intercambié con Tirano desde Houston (mientras CMB estaba en ciertas reuniones importantes) a cuenta del Barça-Betis.

Hoy, algo más recuperado, y aburrido ya de estar en casa, me he ido a trabajar, con unas fatiguitas importantes. Pero bueno, supongo que unos días de sopita y “pescaíto” en blanco, dadas mis reservas, no me vendrán mal…