La segunda oportunidad

Quiero compartir con vosotros una experiencia, no sé aún si metafísica o real, que experimenté anoche.

Estaba dormido. Desde fuera de mí, me imagino con una sonrisa de oreja a oreja. Y es que estaba soñando que me habían invitado a una fiesta friky, en el garaje de una de estas pijas que protagonizan el programa "Casadas con Hollywood" de Cuatro. Uma Thurman estaba bailando con Enjuto Mojamuto, a ritmo del Climbatize de Prodigy. Mientras, Súper Ñoño compartía aventuras con los dos Súper López. Entre cocktailes de Naranja. Y Santiago Segura estaba a punto de presentarme a Sofía Coppola, la Genio Universal, que se estaba dando un remojón en la piscina, algo ligerita de ropa...




... Cuando de repente, no sé aún si en el mundo metafísico del sueño, o en la realidad física de mi cama, una luz de color dorada inundó todo el garaje de la fiesta. La tierra tembló, a nivel 20 de la escala de Richter... y aparecí, de repente, completamente en pelotas, en un espacio infinito y amorfo, del mismo color dorado. Dorado cegador intenso.




Me quedé allí parado durante no menos de una hora. No podía moverme. No sabía dónde estaba, ni qué hacer. Ni podía. Una fuerza, supongo que tipo electromagnética, me impedía moverme del punto exacto en el que había aparecido.

Estaba desesperado. Acojonado. Sintiendo que estaba atrapado de por vida en un agujero cósmico. Sin saber por qué, ni cómo. Aturdido, y melancólico, pensaba en mis hijos, en mi mujer, en mi familia, en vosotros, mis amigos. Angustiado. A punto de empezar a rezar, yo, todo un ateo entrópico.

Cuando de repente, en un microsegundo, en el mismo espacio infinito amorfo dorado cegador intenso, se aparecieron frente a mí Séneca, Lola Flores, Maradona y Zaratustra.

Dónde coño estaba, me preguntaba...




Séneca tomó la palabra y me dijo:

- "Miniyo, te encuentras en el No Espacio, el no lugar en el que se juzga el devenir humano de cada Alma, y se decide su devenir futuro."
- "La forma humana de la que has disfrutado estos años, no es tu forma real. Cada Alma tiene la oportunidad de ocupar un cuerpo humano durante unos cien años. Son los cien años en los que se le da la posibilidad de alcanzar la felicidad. Aquellas que tras esta experiencia terrena corporea no la alcanzan, al perder su forma coporal, desaparecen para siempre. Por el contrario, aquellas que lo logran, se transforman en éter, y pasan a existir de forma eterna y feliz en el Más Allá Ininteligible. En el lugar de gozo eterno."
- "La Tierra, por tanto, no es más que un hueco espacial entre el No Espacio y el Más Allá Ininteligible, destinado a ser el campo de selección natural de las Almas. Sólo eso. No es fin sino medio."
- "En este no lugar, en el No Espacio, es donde evaluamos y juzgamos el camino que seguirá cada Alma."
- "Nosotros cuatro, hemos quedado atrapados para siempre en este no lugar, con este rol. Hemos dejado de ser completamente almas y completamente cuerpos... no somos nada, pero lo decidimos todo."

- "Quiere esto decir que he muerto? Anoche sólo me dolía un poco la garganta..." pregunté angustiado a Séneca.

- "No Miniyo." Me replicó Zaratustra. "Llevas cagándola toda la vida." "Has tenido infinitas oportunidades para encontrar la felicidad, y te has beneficiado de experiencias únicas para haber encontrado tu camino hacia la felicidad eterna."
- "Sin embargo, sigues buscando fuera de tí. Sigues presa de un síndrome de victimitis que te hace estar perdido y alejado del camino hacia el gozo eterno."
- "Pero queremos darte una segunda oportunidad."

- "Analiza lo que eres hoy: tus convicciones y creencias. Critícalas todas, y evalúa tus necesidades. Y decide lo que quieres ser tú: tus convicciones y creencias. No lo que piensas que los demás esperan que seas." Me dijo Séneca. "Define un plan para lograrlo, y actúa para serlo".
- "Para ello, olvida que el exterior es el que te hace. Atrévete a convencerte que sólo tú y sólo en tí está la virtud. El exterior no debe existir en el estado deseado, en este proceso de elección y acción."
- "Lograrlo es una cuestión mental. Es una actitud mental."
- "Te quedan sólo unos años para lograrlo. Ya has perdido demasiado tiempo."

- "No la sigas cagando". Dijo enérgicamente Zaratustra.

Y de repente desperté. Estaba en pelotas. El pijama estaba tirado en el suelo.

Me senté en la cama. Mirando al infinito. Medio cegado aún por la luz dorada. Preguntándome si había sido real o no. Preguntándome por qué Lola Flores y Maradona no habían dicho nada. Preguntándome por qué demonios no me pudieron haber sacado de la fiesta unos minutos después: había estado a punto de verle las pepinillas a Sofia...

Pero no tenía ninguna duda, que metafísica o realidad, sí o sí tenía que aprovechar esta segunda oportunidad, tenía que seguir las enseñanzas de Séneca... just in case...

Espero que esta experiencia, metafísica o real, os pueda ayudar, a los que estéis en riesgo de ser llamados al No Espacio.

El Miniyo del Demiurgo.