David Guetta venerando al Dios Entrópico

Así me imagino yo la misa ideal...

El reverendo sube al púlpito, sin disfraces de oro, diamantes y seda, y en lugar de decir cosas incomprensibles e inútiles, usa sus manos para hacer magia y generar paz y felicidad a sus seguidores, quienes sólo creen en la entropia que la catársis de la Electrónica genera en sus almas, reconociéndola como la obra del Dios Todopoderoso, del Entrópico, olvidándose gracias a la Electrónica, de todos los problemas... sin necesidad de confesión, porque no hay nada malo de lo que arrepentirse... concluyendo el encuentro entrópico con la liturgia de la comunión, en forma de una cópula de la hostia con un pibón del demonio, bajo una tienda de campaña...

Amen David, amen.


Miniurgo.