Y otra de esas teorías es la del Beso de Tornillo.
Teoría que construí sobre la marcha para tratar de ayudar a una amiga mía que lo estaba pasando mal. Y es que resulta que tenía un problema de entendimiento profundo con su cuñada. Problema que la estaba consumiendo y que la estaba enfrentando no sólo a ella, sino a su entonces novio, y a toda su familia.
A medida que ella contaba todos los episodios de desencuentro, de tensión, de discusión, fui analizando la causa y deduje que se trataba de una tensión no resuelta entre ambas. Muy probablemente de tipo sexual.
Llegué a la conclusión por comparación con otros casos, que una gran parte de las discusiones humanas tienen un fondo de tensión no resuelta. No necesariamente sexual, aunque en muchos casos la sexualidad, como en casi todo, es el origen del problema.
Y el mejor modo de liberar la tensión, no cabe duda de que es a través de un brutal e hiperbólico Beso de Tornillo. De los de abrazar la campanilla con la punta de la lengua.
Y compartí esa deducción teórica con mi amiga. A quien aconsejé que en la siguiente cena familiar, en cuanto se produjera la más mínima tensión entre ambas, se levantara de la mesa, se dirigiera sin mediar palabra hacia su cuñada la cogiera de los hombros y le diera un brutal beso de tornillo que acabara de una vez por todas con esa maldita tensión sexual no resuelta entre ambas.
No me hizo caso y al final no sólo acabó su relación con ella sino que también con su entonces novio. Si me hubiera hecho caso lo habría resuelto.
Desde entonces, he compartido esta teóría con cuantas personas he podido para tratar de ayudar a rebajar el nivel de tensión en la humanidad. Tensión con las parejas, con los familiares, con los amigos, con los compañeros de trabajo, con los jefes... No hay tensión que un buen Beso de Tornillo no sea capaz de resolver.
Y por qué me he acordado de repente de esto tan aparentemente absurdo, os preguntaréis.
Porque leyendo El País hace un momento, he visto una foto que me ha tranquilizado, al comprobar que la Tensión Mundial actual por fin se va a resolver. Que por algún conducto que desconozco, esta teoría ha debido llegar hasta Merkel y Obama y gracias a Dios la han comprendido...
Estamos salvados!
Miniurgo.
Jajajjjajajaja suscribo tu teoría al 100 % Miniurgo, lo que veo difícil es que Obama tenga estómago para llevarla a cabo y meterle la lengua hasta la campanilla a Frau Merkel con su aliento a kartofen por lo que mucho me temo que si el devenir de la humanidad depende de ello... Acabamos como tu amiga y la cuñá.
ResponderEliminarObama es un tío...un hombre hecho y dcho, y sí tiene que morrear a la merkel, con el permiso de zarko, la morrea!
ResponderEliminarMe apunto la teoría miniurgo....yo tengo otra, tiene fundamento parecido, se trata de "la patá en los cojones"...un día la explico.
Miniurgo, definitivamente me rindo a tu inteligencia¡¡¡
ResponderEliminarA ver, la teoría del beso de tornillo es la misma que vengo formulando hace tiempo, solo que yo la llamo la teoría del gotelé en la espalda. Esta teoría la acuñé en unas jornadas que no vienen al caso, allá por el año 2006 en Dos Hermanas, donde había una ponente catalana que era pa darle dos hostias, y entonces, con 48 cervezas en lo alto, con otros tres amigos en un hotel a las 5 de la mañana dije, claro, a esta tía lo que le falta es un buen aquí te cojo, te monto encima, te empujo contra la pared y se te quedan las marcas del gotelé en la espalda. Es como la tuya pero un poco más salvaje. Esto lo digo aquí y en cualquier lado, porque esa es otra de mis batallas, a ver si se cree el personal masculino que las tías no pensamos en estas cosas... pues claro que sí, he escuchado tantas veces eso de que tú es que no sabes como pensamos los tíos.. todos, hombres y mujeres, tenemos un lado femenino y un lado masculino.
Por cierto, suscribo absolutamente la teoría de la barriguita, es imposible quitarse de enmedio esta cruz que llevamos las mujeres de tener que estar siempre monas, pero con esta teoría voy a mirame mi barriguita con un poco más de cariño, que es una parte que hasta ahora no me gustaba nada de mi anatomía.
Con todos mis respetos
Querida Manipura...sencillamente insuperable...
Eliminarah¡¡ y siguiendo con los comentarios al post de la teoría de la barriguita, que tengamos una vida sexualmente plena no quiere decir que no tengamos ojos en la cara, o como dijo alguien que no recuerdo: Que no vaya a comer no significa que no quiera mirar la carta.
ResponderEliminarLa teoría del gotelé... Chapó.
ResponderEliminarEspectacular...me pongo a imaginarme la escena Obama-Merkel y se me ponen los pelos como escarpias...
ResponderEliminarMuy bueno Miniurgo...y ya que vamos con fotos de Merkel muy buena la que sale en prensa hoy con la cara larga en la cumbre del G8 mientras Cameron salta brazos en alto y Obama en medio, tras el triunfo del Chelsea.
ResponderEliminarDurao Barroso, al lado, descojonado, no sé si por lo que pasa en Portugal o por qué.
Son humanos.
Manipura, qué gran comentario. Únicamente decirte que no lo consideramos salvaje. Tu gotelé es la versión cara a cara de lo que nosotros denominamos, un "mirando a la pared", "mirando a brenes" o, últimamente en la versión 2.0 de este cliché, un "i-Cuenca", con app para el iphone incluida.
Miniurgo, a ver si un día escribimos a dos manos una de tus mejores teorías, la de la "Elasticidad Cerebral".
Pues sí Tirano, es que como todavía no os conozco cara a cara estaba buscando como decirlo y no ser demasiado bestia, pero veo que me habeis entendido perfectamente... lo de un i-Cuenca eso me lo apunto.
EliminarClaro, un mirando a la pared es la versión masculina, un gotelé en la espalda es la versión femenina, todo depende del sujeto que exponga la teoría... no había caido yo en eso...