jueves, 12 de julio de 2012

Energía chinética, vol.02: el Feng Shui

Hay en la arquitectura una disciplina china que recibe el nombre de Feng Shui, por la cual, aparte de lo consabido de que toda casa y toda ciudad han de tener una montaña a la espalda y mirar hacia el agua, hay todo tipo de determinaciones para fijar la posición y orientación de las calles, edificios y estancias. Todo el mundo, al parecer, hace el Feng Shui. Cuentan con guías parecidas a rosas de los vientos, con flechas de direcciones, que se colocan encima de los planos de las viviendas. En ellas se recogen cuestiones como: “un pozo en esta dirección da buena suerte, la cocina mirando hacia aquí trae la enfermedad al padre de la familia”, o “una fuente en esta dirección trae prosperidad, colocar la sala principal trae alegría en las reuniones”.

Pues bien. En la Universidad donde estoy ahora, la Escuela de Arquitectura no se dedica al I+D militar, pero tiene mucho dinero. El jefe del Departamento tiene en su oficina a 7 estudiantes haciendo planos para él, supuestamente para tareas académicas. Da la casualidad de que él vende esos proyectos a empresas promotoras y obtiene el dinero que no puede sacar de la industria militar. Pero hay que tener en cuenta que la construcción en China supone el 25% de su economía. Más que el presupuesto de Defensa, por lo que el Departamento de arquitectura no tiene mucho dinero, sino un bastinazo de dinero.

Seguramente el dinero esté en el colchón de la cama donde el jefe del Departamento se duerme la siesta mientras los estudiantes curran para él. Pero eso también tengo que indagarlo.

Semejante personaje, el profesor Li, me ha dado hoy una definición definitiva lo que realmente es el Feng Shui en China. Ha sido a la hora de revisar el proyecto que estamos haciendo, del que ya nos hemos enterado que este nota va a pillar cacho. Tiene el encargo. De hecho, acabó hace dos meses una promoción en el solar de al lado, por supuesto hecha por sus estudiantes, que es una urbanización de casitas aisladas del mismo tipo que podrías encontrar en Santa Clara, Alcalá o Simón Verde: hasta de color amarillo albero…

El profesor de repente dice que todo lo que están analizando los estudiantes está muy bien, pero que no sirve para nada. Le pregunto el porqué. Me responde que lo que se haga en nuestro solar tiene que ser igual que lo que él ha construido en el solar de al lado dos meses antes. Le pregunto que por qué. Me dice que porque lo ha hecho él al lado y funciona. Le pregunto que por qué de nuevo. Me dice que hay una orden del gobierno para que sean así. Le vuelvo a preguntar por qué, si nosotros no estamos haciendo el proyecto para el gobierno (todo esto, yo en inglés, él en chino, y una intérprete en medio)…en ese momento me mira fijamente, con expresión seria, sin bajar la vista y dice algo inteligible. Los estudiantes chinos se sonrojan. Ha debido decir algo grande. Yo le sigo mirando y oigo a la intérprete decir en precario castellano:

“Porque al profesor Li le ha resultado del Feng Shui…”

Contengo la carcajada. Bajo la vista. El cabrón me ha ganado. Al menos le he aguantado tres rounds. Algo difícil en un país como China, donde el que tiene la sartén por el mango, siempre termina haciendo lo mismo: lo que le sale del Feng Shui…o lo que viene siendo lo que le sale del nabo…

Abrazos

Plax

2 comentarios:

  1. jeje, me descojono. Yo tengo un libro de Feng Shui, lo quieres?

    te dice hasta donde situar la pecera en tu casa para que el dinero no se escape y cosas así. Todas las oficinas en China se construyen consultando expertos de esto para canalizar las energías, etc...realmente interesante.

    Saca fotos hombre!

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  2. Estimado invitado Pla,

    usté no conocel nuestlas costumbles.
    usté leilse en mi puta cala despué de pleguntalme tles vece la mima gilipollé
    yo infolmá ejelcito chino.

    contodomirepeto: vayase a la mieldaaaaaa!!!

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