Energía Chinética, vol.8: la sombra

Queridos amigos,

Hace mucho tiempo leí un libro, llamado El elogio de la sombra, de un escritor japonés llamado Junichiro Tanizaki. En él, presenta de forma breve y poética la vida cotidiana en Japón, y las claves para describir una sensibilidad totalmente marciana, no sé si más incluso que con la que llevo lidiando ya diez días.

En él, Tanizaki habla de China y Japón como países en sombra. Lo hace a partir de la descripción de la casa japonesa, y los elementos como el alero de la cubierta, o los paneles móviles de papel de arroz, que interrumpen y tamizan la entrada de luz. Con ellos define ese estado de penumbra característico, sombra ambiental en la que los cuerpos, por no poder proyectar sombra ellos mismos, se vuelven ligeros y pierden su materialidad.

Las sombras hablan de peso y gravedad. En Occidente estamos acostumbrados a ver sombras en todo: al andar por la calle bajo cielos azules, dentro de nuestras casas con ventanas que invitan intencionadamente al Sol para que entre. Por extensión, llevamos el blanco y el negro a nuestras vidas.

Llevo diez días en esta ciudad, y todavía no he visto la luz del Sol. Un manto de nubes altas, que por la mañana precipita en brumas por la cercanía del río, cubre la ciudad. Llueve de forma leve y persistente. La temperatura ni sube ni baja. Según parece, toda la vida es así.

Desde hace diez días no he visto ninguna sombra. Buena señal también para mis pensamientos y para ese encuentro conmigo mismo que buscaba propiciar.

Tirano: me dices que si mis posts chinos son la descripción de un infierno. No lo son. No me quedaré, pero realmente aquí me encuentro bien.

Abrazos

Plax