Queridos amigos,
Ha pasado ya una semana aquí, con desplazamientos diarios por la ciudad, tanto a la Universidad como los paseos que nos damos al acabar las clases, para cenar algo antes de volver al hotel.
Os comenté cómo esos desplazamientos, por avenidas, calles y carreteras en las que no hay semáforos, eran completamente caóticos. Entre las cosas que he visto en los últimos días tengo un repertorio nutrido: un doble adelantamiento en paralelo de dos coches a una moto, un adelantemiento de una Caterpillar a un taxi, incorporaciones de autopista que se realizan en "Y", es decir, con un tramo en el que los coches van literalmente a 100 y contramano, señoras cruzando por medio de avenidas más anchas que la Palmera, por supuesto sin paso de peatones, con una silla de ruedas llevando a un anciano, padres haciendo lo mismo con sus hijos, perros solos cruzando la calle, perros en grupo cruzando la calle, patos solos cruzando la calle, patos en grupo cruzando la calle, gente andando de espaldas por una incorporación de autopista, gente charlando y comiendo pipas en el arcén de una autopista...
Pues en todo ese caos, todavía no he visto un accidente. No sé si habrá estadísticas hechas sobre la siniestralidad de tráfico en China, si será mucho mayor que en Europa o no...el caso es que en todo ese caos nada se detiene, a lo sumo reduce la marcha para evitar en el último segundo el impacto, o acelera de manera milagrosa para encontrar el hueco necesario...todos se esquivan, navegan en una armonía extraña e indescrifrable, en perpetuo movimiento...todo fluye...
Seguro que Bruce Lee aprendió la frase el primer día de autoescuela: be water, my friend...
Abrazos
Plax
Describes ese caos como no tan caótico, y esa es la sensación de las imágenes que retengo de algunos vídeos, donde todo parece un caos maleable como agua que fluye y se filtra por los resquicios. ¡Magnífica descripción, profe!
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