De qué hablo cuando hablo de correr

En este verano Murakamizado que he vivido, tras leer Sputnik mi amor y El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas, he completado el tercer libro que me propuse leer este verano: De qué hablo cuando hablo de correr...





Se trata de un ensayo interesante y sencillo de leer que permite conocer mejor a Murakami, para aquellos que tengan interés en ello.

No desvelo nada sobre su contenido, no pretendo hacer una tesis sobre su obra, porque no sabría, ni aportar mis interpretaciones sobre la misma, porque son íntimas y personales.
El otro día Tirano me preguntaba sobre cómo interpretaba el final de Sputnik mi amor. Le respondí que no lo interpretaba. Que me daba igual lo que significase, que lo que me importaba era lo que me inspiraban los personajes, sus pensamientos, sus reflexiones, sus visiones de la vida... La historia en sí la entiende Murakami y diría que nadie más... tampoco los que aportan sus opiniones en los blogs, porque son sólo eso, sus opiniones. Ni 1Q84, ni Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, ni Sputnik mi amor, ni El fin del mundo ni un despiadado país de las maravillas que es lo que he leído de él, creo que sea unívocamente interpretable. Ni creo que él pretenda que lo sea, porque si lo pretendiera no las cerraría del modo que lo hace. Y lo que me gusta de su obra no es el sentido de sus historias, sino lo que te hace pensar y sentir sus historias. Esto es para mí, cada cual podría buscar algo diferente.

Pero sí quería compartir que no es sólo un libro sobre los maratones, y que me ha insipirado en algunas de las cuestiones personales que aborda. Cuando me da por algo, me da fuerte y soy poco objetivo, pero he visto algunas ideas suyas más interesantes que cientos de páginas de los aburridos libros de coaching.

Ya tengo sobre la mesilla de noche el siguiente: Sauce ciego, mujer dormida. Aunque me costará más leerlo, porque el domingo, finalizará oficialmente mi verano... y mi descanso.


Con todos mis respetos.

Miniurgo.