Tristeza e inquietud.
Acabando de nuevo de pisar tierra en una cultura tan diferente como la àrabe-musulmana, vuelven a mi cabeza pensamientos de estas pasadas semanas.
Un buen día, alguien decide en la todo-libertad Europa nórdica que es buena idea hacer unas caricaturas de Mahoma.
Posturas surgen; hay quienes lo toman intolerantemente ofensivas.
Hay quienes afirman que no hacerlas es autocensura o peor, capitulaciòn (ante el fundamentalismo islámico supongo)
Otro buen día, varios deciden que tumbar dos rascacielos en NYC es un mensaje suficiéntemente potente, pero que mejor le sumamos el Pentagono y un par de metros-trenes en Europa, para que queden claramente señalados los autènticos infieles.
Otro buen dia algun personaje (cristiano copto? Sionista?) invierte un dinerito en una peliculita para seguir caricaturizando al Profeta.
Algunos pensaron que era bueno responder matando a un embajador americano.
Otro quiere quemar un Corán y difundirlo por internet, anunciàndolo con suficiente antelación como para generar el estado de alarma e inestabilidad necesaria en todo el mundo.
Habiendo conocido personas válidas, decentes e interesantes en varias de estas culturas y confesiones...el mundo se me antoja tan diverso y bonito a la vez que suficiéntemente complicado como para que nosotros lo compliquemos aun más.
No obstante, me parece inevitable. Nada de esto va a parar. La línea entre tolerancia y libertad de expresión contra falta de respeto es tan fina como la de fundamentalismo, radicalizacion, defensa y ataque.
Personalmente dejar de hacer algo por las amenazas y las consecuencias es coacciòn y antinatural. Pero si la libertad de expresión significa faltar el respeto a millones de personas en algo tan íntimo como espiritual, yo no la considero necesaria.
Esto me produce tristeza e inquietud.
Tristeza por el presente e inquietud por el futuro.
Esperemos que el ser humano tienda a la cordura.
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Querido Tirano,
ResponderEliminarCoincido contigo en la necesidad de marcar los límites de la libertad a través del respeto. Entiendo tu preocupación, pero creo que es infundada.
Creo que lo que venden los medios de comunicación responde a intereses estratégicos muy claramente definidos desde hace tiempo. Las conferencias de nuestro expresidente Chocolatinas en Georgetown, con el mítico “...when the moors invaded Spain...”, así lo demuestran.
¿Acaso hoy en Arabia Saudí han cerrado los colegios, han dejado de circular los taxis y las tiendas no han abierto? Creo que hay una proporción aplastante de gente que en estos países se preocupa de otras cosas, aparte de que pueda sentarles más o menos mal ver a Mahoma caricaturizado, pero igual que a nosotros nos produciría asco ver un chiste de mofa sobre Anna Frank y no saldríamos a la calle.
Recuerdo cuando que cuando mataron a Bin Laden me cogió en Marruecos. Recuerdo las palabras del profesor marroquí, en perfecto español, mientras veíamos la noticia en el desayuno: “ya murió el hijoputa”. Todo el mundo en España me preguntó a la vuelta si había pasado miedo. Y lo que me resultó violento fue la pregunta, por el contraste entre la normalidad que me encontré y la suposición de que el mundo islámico iba a estar en las calles clamando venganza.
Por eso, no estoy de acuerdo contigo en lo de que el conflicto sea inevitable. El conflicto, sencillamente, no existe. Otra cosa es que haya gente a la que le interese inventarlo, escenificarlo y venderlo. En el vídeo de las Azores que puso Miniurgo puedes ver a tres de ellos. Igual que Bin Laden, otros hijoputas.
Un abrazo
Plax yo también recuerdo cuando los israelís mataron al líder de uno de las organizaciones terroristas, aquel que era ciego y en silla de ruedas con dos misiles a la salida de una mezquita.
ResponderEliminarMe cogió en Egipto y la indignación por el ataque que percibí allí fue total. Y eso que cuatro días antes, fue el atentado de Madrid, viniendo yo calentito.
Hay prismas para todo...pero vamos que no quiero sacar yo aquí un debate religioso.
1.Coincido en que la excusa para todo es económica.
2. Admito matices sobre el conflicto, pero de inevitable a inexistente, va a ser que no
3. Los violentos (de todas las partes) se escudan en este tipo de cosas para actuar, SI.
pero yo lo que quiero resaltar es que si para mi una figura es santa...a qué vienen a tocarme las pelotas retratándola con un turbante y una bomba en la cabeza? Qué necesidad hay de crear conflictividad? La respuesta es desdemedida, pues probablemente, pero existe la necesidad?
Con caricaturas de los judíos empezaron los nazis e igual ha ocurrido a los cristianos. Ofender a una fé o cultura desde el punto de vista de otra cultura o religión, con otras gafas, me parece más tocar las pelotas que libertad de expresión.
Si tu me haces una caricatura mía, igual me río, pero si la haces de mi padre igual te parto la cara, porque de mi padre me rio yo y nadie más. Comprendes por dónde voy, no?
Abrazos