Queridos amigos,
Escribo esto cuestionándome las promesas liberadoras que trajo el 2.0. en Internet, especialmente en lo referente al periodismo. Cuando leo noticias, y aplico de manera crítica mis sensores de TBOtismo, los niveles se disparan hasta reventar al deslizar el scroll hasta el comienzo de los comentarios que la gente deposita al pie de cada artículo.
Diréis que para qué me asomo a esa parte de la prensa que se hace para la web, y no os faltará razón. Que la gente opine y que aparezca su comentario para que lo lea su madre, su novia, sus compañeros del equipo de futbito, me parece fenomenal. Pero para eso están los blogs. No El País, el NY Times o Le Monde.
Por eso, leyendo los miles de comentarios que llegan a volcarse en cada noticia, veo el pufo de la liberación expresiva que resulta de la cultura del 2.0., que fragmenta los medios TBOtizados hasta convertirlos en microblogs absurdos, crueles y sin sentido. Sin distinción entre orientaciones políticas, localizaciones geográficas o temática periodística.
¿Realmente el 2.0. aporta para la prensa algo? Ayudadme, amigos, porque yo creo que no...
Abrazos
Escribo esto cuestionándome las promesas liberadoras que trajo el 2.0. en Internet, especialmente en lo referente al periodismo. Cuando leo noticias, y aplico de manera crítica mis sensores de TBOtismo, los niveles se disparan hasta reventar al deslizar el scroll hasta el comienzo de los comentarios que la gente deposita al pie de cada artículo.
Diréis que para qué me asomo a esa parte de la prensa que se hace para la web, y no os faltará razón. Que la gente opine y que aparezca su comentario para que lo lea su madre, su novia, sus compañeros del equipo de futbito, me parece fenomenal. Pero para eso están los blogs. No El País, el NY Times o Le Monde.
Por eso, leyendo los miles de comentarios que llegan a volcarse en cada noticia, veo el pufo de la liberación expresiva que resulta de la cultura del 2.0., que fragmenta los medios TBOtizados hasta convertirlos en microblogs absurdos, crueles y sin sentido. Sin distinción entre orientaciones políticas, localizaciones geográficas o temática periodística.
¿Realmente el 2.0. aporta para la prensa algo? Ayudadme, amigos, porque yo creo que no...
Abrazos
A pesar del título, voy a permitirme comentar. Muchas gracias por el comentario en mi blog. Pasamos unos días en Moscú con Carlos y disfrutando de él y de la ciudad.
ResponderEliminarUn abrazo