Solamente tienes que dejar de ver algo que crece durante un tiempo para que te asombre su desarrollo, te llegue a escandalizar el atrevimiento de la naturaleza para ver cómo puede cambiar un bebé en cuestión de días, o cómo pueden crecer las ramas en un árbol, de forma casi instantánea, tras la poda de invierno.
Tal vez por acudir todos los días al trabajo atravesando la pasarela de la Cartuja no caía en la cuenta de la velocidad con que se alzaba la Torre Pelli. La veía subir una planta cada 10 o 15 días y ya está. Ha sido cuando he dejado de ir, y más todavía, cuando he vuelto de un verano alejado de Sevilla, cuando me he dado cuenta del bastinazo que hay ya plantado al lado de Triana.
Para ilustrar esta expresión, y con ella la imagen de la torre, no puedo sino recordar la definición que me dio una vez un amigo, vecino de Cádiz, a la pregunta:
- "Quillo, ¿qué es un bastinazo?"
- "¿Tú quieres saber lo que es un bastinazo?...pues mira picha...si lo quieres saber, tú te coges el miembro con una mano, luego pones la otra mano, y si te sobra algo, eso que te sobra, eso es un bastinazo"...
Amigos, ese bastinazo que vemos alzándose en la Cartuja no ha sido sino la traducción en altura de los miles de pisitos que el ayuntamiento prometió a las cajas que podrían construir en Tablada. Una compensación. Pisos y pisos puestos uno encima del otro para satisfacer a unos propietarios que preguntaban, "¿qué es de lo mío?", después de que los terrenos en los que iban a especular fuesen declarados inundables. Y además habría que dar gracias, porque ojo, que la edificabilidad que les correspondía, y que ahora se están cobrando, no es solamente la que cabe en la torre, sino que para compensar completamente, podrían construirse unas cuantas torrecitas más.
Por eso, me enerva cuando la discusión se ha procurado llevar a la historia infumable de si afecta o no al conjunto de la Giralda, Catedral, Archivo de Indias y Reales Alcázares que son Patrimonio de la Humanidad. Me enerva porque se trata de una cortina de humo, porque se intenta desviar la discusión al dónde cuando debía centrarse en el cuándo. Que si la torre "pega", o "no pega": debate baladí que se resuelve con la evidencia de que las ciudades todo lo soportan. Todo termina pegando, hasta las setas. Sólo hace falta que la generación que viene detrás de nosotros se acostumbre a verlas.
Pero no se trata de eso. La cuestión patrimonial está interesadamente planteada, al centrarse en el lugar. Centrémonos en cambio en nuestro tiempo, que también es nuestro patrimonio, que también es el medio en que nos desenvolvemos, las circunstancias que nos rodean, que hemos de conocer como quien conoce una ciudad, o el puente de Triana, o la Giralda, para saber qué se puede construir en él y qué no. Y humildemente pienso que un tiempo en el que las cajas de ahorro tienen que recibir ayudas de miles de millones de euros de fondos públicos, que pagamos todos, no es el contexto histórico para construir la torre. Va contra nuestra circunstancia, contra nuestro patrimonio temporal.
Eso es lo que me escandaliza últimamente al empezar a ver la cima de la torre ya desde todos sitios. Porque cuando la gente está en la calle sin trabajo, cuando se piden recortes y más austeridad a las familias que no llegan a fin de mes, el crecimiento vertical del bastinazo de la torre Pelli ya no se me traduce en pisos apilados, sino en hospitales cerrados, colegios no construidos, capital humano teniendo que emigrar. Y como eso, a mi manera de entender el patrimonio en nuestro tiempo, que es 2012, no pega, pienso que lo más coherente sería pararla, y a su estructura declararla del tirón monumento. Monumento de un sistema caduco que es el del ladrillo, de un tiempo pasado que no debiera volver más, en el que de manera completamente incomprensible se siguen volcando las expectativas de desarrollo futuro de este país.
Y no sólo me contentaría en declararlo monumento. Creciendo en el horizonte de la ciudad como un carajo de los que ilustró Juan Sebastián Bollaín, y habiendo adquirido ya la escala de bastinazo por sobrepasar las dimensiones de lo razonable, yo llamaría ya a la UNESCO para sacar a Sevilla de esa lista que tanto importa del Patrimonio de la Humanidad, e inaugurar con nuestra mariana ciudad un nuevo listado de la infamia, que pudiera llevar por nombre el de Patrimonio de la Obscenidad.
Abrazos
Plax
Tal vez por acudir todos los días al trabajo atravesando la pasarela de la Cartuja no caía en la cuenta de la velocidad con que se alzaba la Torre Pelli. La veía subir una planta cada 10 o 15 días y ya está. Ha sido cuando he dejado de ir, y más todavía, cuando he vuelto de un verano alejado de Sevilla, cuando me he dado cuenta del bastinazo que hay ya plantado al lado de Triana.
Para ilustrar esta expresión, y con ella la imagen de la torre, no puedo sino recordar la definición que me dio una vez un amigo, vecino de Cádiz, a la pregunta:
- "Quillo, ¿qué es un bastinazo?"
- "¿Tú quieres saber lo que es un bastinazo?...pues mira picha...si lo quieres saber, tú te coges el miembro con una mano, luego pones la otra mano, y si te sobra algo, eso que te sobra, eso es un bastinazo"...
Amigos, ese bastinazo que vemos alzándose en la Cartuja no ha sido sino la traducción en altura de los miles de pisitos que el ayuntamiento prometió a las cajas que podrían construir en Tablada. Una compensación. Pisos y pisos puestos uno encima del otro para satisfacer a unos propietarios que preguntaban, "¿qué es de lo mío?", después de que los terrenos en los que iban a especular fuesen declarados inundables. Y además habría que dar gracias, porque ojo, que la edificabilidad que les correspondía, y que ahora se están cobrando, no es solamente la que cabe en la torre, sino que para compensar completamente, podrían construirse unas cuantas torrecitas más.
Por eso, me enerva cuando la discusión se ha procurado llevar a la historia infumable de si afecta o no al conjunto de la Giralda, Catedral, Archivo de Indias y Reales Alcázares que son Patrimonio de la Humanidad. Me enerva porque se trata de una cortina de humo, porque se intenta desviar la discusión al dónde cuando debía centrarse en el cuándo. Que si la torre "pega", o "no pega": debate baladí que se resuelve con la evidencia de que las ciudades todo lo soportan. Todo termina pegando, hasta las setas. Sólo hace falta que la generación que viene detrás de nosotros se acostumbre a verlas.
Pero no se trata de eso. La cuestión patrimonial está interesadamente planteada, al centrarse en el lugar. Centrémonos en cambio en nuestro tiempo, que también es nuestro patrimonio, que también es el medio en que nos desenvolvemos, las circunstancias que nos rodean, que hemos de conocer como quien conoce una ciudad, o el puente de Triana, o la Giralda, para saber qué se puede construir en él y qué no. Y humildemente pienso que un tiempo en el que las cajas de ahorro tienen que recibir ayudas de miles de millones de euros de fondos públicos, que pagamos todos, no es el contexto histórico para construir la torre. Va contra nuestra circunstancia, contra nuestro patrimonio temporal.
Eso es lo que me escandaliza últimamente al empezar a ver la cima de la torre ya desde todos sitios. Porque cuando la gente está en la calle sin trabajo, cuando se piden recortes y más austeridad a las familias que no llegan a fin de mes, el crecimiento vertical del bastinazo de la torre Pelli ya no se me traduce en pisos apilados, sino en hospitales cerrados, colegios no construidos, capital humano teniendo que emigrar. Y como eso, a mi manera de entender el patrimonio en nuestro tiempo, que es 2012, no pega, pienso que lo más coherente sería pararla, y a su estructura declararla del tirón monumento. Monumento de un sistema caduco que es el del ladrillo, de un tiempo pasado que no debiera volver más, en el que de manera completamente incomprensible se siguen volcando las expectativas de desarrollo futuro de este país.
Y no sólo me contentaría en declararlo monumento. Creciendo en el horizonte de la ciudad como un carajo de los que ilustró Juan Sebastián Bollaín, y habiendo adquirido ya la escala de bastinazo por sobrepasar las dimensiones de lo razonable, yo llamaría ya a la UNESCO para sacar a Sevilla de esa lista que tanto importa del Patrimonio de la Humanidad, e inaugurar con nuestra mariana ciudad un nuevo listado de la infamia, que pudiera llevar por nombre el de Patrimonio de la Obscenidad.
Abrazos
Plax
Efectivamente¡¡¡ es lo que llevo defendiendo desde el minuto 1 en que empezó la polémica con la Torre Pelli, que a mi, en verdad, el sky line o el Patrimonio de la Humanidad me dan un poco igual, los turistas no va a dejar de venir a Sevilla porque ya no estemos en la lista. Lo que realmente me jode es lo otro, y que cuando se planteó la duda de si pararla seriamente, los obreros desplegaran una pancarta: de esta torre vivimos 45 familias... ya, y del ladrillo vivía tres cuartas partes de España... y con el argumento de "esto es una fuente de trabajo" se han hecho barbaridades.
ResponderEliminarMe quedo con la reflexion de Mayor Zaragoza el otro día en un programa antiguo de Salvados: no es lo mismo gastar el dinero de las CCAA en escuelas, hospitales que en obras faraónicas que no tienen viabilidad ninguna (aeropuerto de Castellón o ciudad de la cultura de Galicia...)
En fin, que sí Plax, que, o el personal ciudadano es realmente gilipollas y muy fácil de manipular o unos cuantos somos muy listos y nos damos cuenta del fondo de las cosas???¡¡¡¡ no lo se, no entiendo nada, recurro de nuevo al culebra y al cabesa: no me nades en la superficie... sumérgete en la profundidad del planteamiento que te estoy haciendo..... esoesasín
Completamente de acuerdo Manipura...esperaba el comentario airado de Tirano, como defensor de la especulación, pero parece que lo tenemos perdido...
ResponderEliminarBrutal la referencia al Cabesa...me parto... :))
Estimado Plax… Yo sencillamente es que no comprendo nada, ..., ¿Qué hace esa Torre ahí?
ResponderEliminarPero digo yo…
¿Qué hace la estructura de la futura biblioteca de la Universidad -la misma Universidad que este mismo año ha echado a muchos profesores asociados a la calle- muerta de risa en el parque del Prado? Por cierto, un proyecto malísimo y carísimo de Zaha-Hadid, que ella sí ha cobrado. ¿Tú eso lo comprendes Plax? Donde están los responsables del despilfarro de ese dinero público? ¿Tú comprendes por qué han macizado el único parquecito que había en el Campus Reina Mercedes con un edificio mamotrético, horrible, para unos servicios de “investigación” que nunca existirán? ¿De donde ha sacado nuestra Universidad -en quiebra- ese dinero? ¿Tú has visto las dimensiones el lienzo de ladrillo, sin ninguna ventana, que se alza en Reina Mercedes en homenaje siniestro a la economía del ladrillo –pero del ladrillo cara vista- , a los concursos ganados a dedo y a las partidas presupuestarias que hay que gastar y justificar SEA COMO SEA?
Yo no comprendo nada Plax… Mejor dicho, lo comprendo todo muy bien:
Aquí cada uno va a lo suyo QUE TE CAGAS. La gente hace su ética “a la carta”, como se hace un traje a medida. Los que se han apostado por un puesto político, lo han hecho para manipular y sacar partido de ello (incluyo a directores de organismos, departamentos o miembros de la Comisión de Contratación de cualquier entidad). Nadie se pone en lugar de nadie, sólo de ÉL MISMO y SU FAMILIA, que es a la postre quien le va a sacar de un marrón cuando él tenga un problema. Estamos inmersos en un “sálvese quien pueda salvaje”. Lo hemos estado desde siempre, pero ahora esgrimiendo la coartada del “por el pan de mis niños … yo hago lo que sea…” vamos a ver cosas todavía más irracionales. Si en época de bonanza económica yo he visto como estudios de arquitectura esclavizaban a estudiantes, a los que no pagaban un duro, jugando con la ilusión “de los inocentes”… y esos señores dormían tranquilamente por la noche, creyéndose ser el paradigma de la rectitud y la honradez… no me atrevo a pensar lo que me queda por ver ahora.
Aquí lo que hay son FAMILIAS Plax… como los Capuleto en Verona, como esas telenovelas sudamericanas que ve mi madre al medio día, donde todo funciona FAMILARMENTE y lo que importa es que ellos sean “muy machotes” y ellas “muy guapas”… INVOLUCIÓN, tercermundismo Plax.
Menos mal que todavía nos queda el humor.
Farruco eres un genio...lo del edificio de Reina Mercedes no tiene nombre...¿Sabes que se trata del mismo arquitecto, que hace "de oficio" TODOS los proyectos de la Universidad? Es algo acojonante...los mojones de proyectos que va dejando este señor por la ciudad, impunemente resguardado por lo de actuar "de oficio"...no te debe extrañar saber que es el mismo nota que ha hecho la fachada de palos verticales de acero pintado de negro de la nueva facultad de derecho hacia el apeadero de San Bernardo, al lado de tu casa...vaya lumbrera, dios mío...
ResponderEliminarLo de "Sara Jadí" tampoco tiene nombre...lo único bueno, es como dices, el humor...y es humor de verdad lo que va a llegar respecto a eso: sabes que el Santi Cirugeda va a hacer un proyecto reciclando la estructura de acero de la biblioteca??? ESO PUEDE SER LO MÁXIMO...
Otra cosa es lo que dices del "por mí y mis compañeros y por mí primero", que se ha instalado en la práctica política-gestora-económica mundial desde hace tiempo...realmente es alucinante. Sálvese quien pueda es poco: yo creo que no somos conscientes de la magnitud del saqueo...lo que me sigue alucinando es ver cómo sigue ocurriendo, como si nada...cómo lo del 15M, gracias a los medios de comunicación, terminaron siendo los "perroflauta" y ahí quedó, cómo anuncian más ajustes para el año que viene, y la gente siga tal cual...no entiendo realmente nada...y mientras tanto, el bastinazo creciendo, y Cajasol recibiendo ayudas públicas...Farruco, esto es para vestido como el del chiste, "vestido de buzo"...a ver si entre los chocos nos va mejor...
Plax tu jefe en la Uni, VPE, ese sí que era de oficio en otra época donde estaba él más abrigaíto gracias a AR...
ResponderEliminarYo pongo al menos acrónimos.
Aquí cada perro se lame su cipote.
Anónimo:
ResponderEliminarAntes de darme otra vez lecciones del tipo “yo al menos pongo acrónimos”, te propongo un test. Dime de entre los nombres propios que he escrito en mi comentario quién es el arquitecto de la Universidad hacia cuyos proyectos he dirigido mi crítica:
- Farruco,
- La Reina Mercedes,
- San Bernardo,
- Sara Jadí,
- Santi Cirugeda.
Échale un ratito y verás que no es ninguna de las cinco posibilidades. Por eso, antes de dar lecciones, infórmate. Si quieres, puedes ir a la valla de la obra de la Universidad en Reina Mercedes, lo pone bien grande. O búscalo en la web.
Ahora, anónimo escritor de acrónimos, como entenderás, no voy a comentar contigo nada en este foro sobre la persona a la que te refieres, a la que respeto y hacia la que parece que tienes algún tipo de animadversión. Adminístratela, pero no conmigo.