domingo, 3 de noviembre de 2013

La fábrica

Capítulo 12 desde China:

"Andar por una ciudad de este tamaño es una experiencia inusual. Los desplazamientos se hacen normalmente en metro, con lo que se pierde toda referencia a la superficie. Y el autobús, que podría ofrecer una buena ventana para el paisaje, es todavía es un medio por explorar.

Por eso procuro moverme a pie, y me sorprende ver calculando la ruta en Google maps antes de salir, cómo la línea que se dibuja en la pantalla es solamente un pequeño rasguño en el cuerpo tremendo de la ciudad.

No siendo habitual que un occidental ande por barriadas, la gente no oculta su curiosidad y mira, preguntándose si te habrás perdido, o las razones que te mueven a pasear. Como no hay nada más cómodo que el papel del "amable extranjero", el sonreír y decir 'Ni hao' suele abrir muchas puertas para entrar en sitios y observar. No sé cuántas fotos llevo ya, pero la ciudad es una fuente de sorpresas que no se agota, y que no sé dónde puede acabar.

No obstante, hay algo que se repite siempre en estos paseos por la superficie. Y llega normalmente precedido por el olor dulzón del combustible que se emplea para los grupos generadores de electricidad, por los ruidos de los martillos, y se confirma cuando se ve el perfil de las grúas: la ciudad está en obras, decayendo continuamente y renovándose sin parar.

Parece que Shanghai fuera una fábrica que se produce a sí misma, y nada más.

Abrazos. Salgo a pasear".


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