jueves, 15 de mayo de 2014

Dios mío qué grande es el fútbol, Vol.15: Gracias Puyol

Me permito colarme en estos seriales que tan genialmente redacta Miniurgo para dar, como seguidor del FC Barcelona, este último homenaje a un jugador sin parangón.

Miniurgo persigue en estos posts la pureza del fútbol antiguo, el que ya no hay, el que no se dejaba influenciar como bazofia nikeizada o la corrupción mediática de estrellas como la niñata y el enano cabezón.

Si algún jugador ha representado eso en España en los últimos 15 años, ese es Carles Puyol.

Sin duda, el jugador más profesional, apasionado, entregado, colaborativo, combativo y emotivo que ha pasado por el Camp Nou, España y Europa en estos años.





Nadie, ni los anticulés, cuestionarán nunca la capacidad de liderazgo de Puyi, su entrega y el poner al grupo por encima de las estrellas, siempre.

Podemos hablar de infinitas gestas deportivas desde que Van Gaal apostara por él en el 99. Pero es el respeto de todos en su club y la selección y sus valores extradeportivos los que le han hecho un mito.

Valgan dos anécdotas como la de entregar la Champions 2011 a Abidal tras sus convalecencias, o recorrerse todo el campo para reprender a Thiago y Alves por hacer bailecitos capullos y faltar el respeto al Rayo Vallecano y a su público tras un quinto gol a domicilio.

Esas acciones, esa profesionalidad es lo que hacen que yéndote tu, sepamos que ya se ha cerrado una etapa que será prácticamente imposible que se repita.

Soy aficionado al Barça desde pequeñito, me viene de familia y mi uso de razón se remonta a jugadores enfundados en la zamarra de Meyba como Migueli, Schuster (de quien tenía su camiseta), Calderé, Carrasco, Quini, Julio Alberto, Alexanco, Urruti. Cuando veo a Puyol es como si el tiempo no hubiera pasado y vieras a uno de esos jugadores épicos donde cada partido era una batalla y el fútbol una cosa seria y respetable entre equipos, aficiones, jugadores.


Realmente, en este espectro de responsabilidad y profesionalidad, al Barcelona sólo le queda Xavi, otro jugador genial, acaso el más genial en España de la historia, pero simple y profesional ajeno al circo mediático en que se ha convertido esto.

Allá donde vayas seguirás dejando tu huella, impartiendo humildad en el vestuario, cabreándote y tensando al equipo aunque vaya ganando 5-0 y rematando un córner jugándote el tipo aunque el partido esté decidido. Así eres tu y por eso de ti todos debemos aprender.

Por todo eso, por darnos siempre un ejemplo cada vez que te hemos visto dentro y fuera del campo. Moltes Gracies Puyi.

2 comentarios:

  1. Este gran hombre se definió a sí mismo el día que, tras muchas lesiones, volvió a reaparecer y en una caída se rompió el codo y afirmo: "volveré, porque yo nunca doy mi brazo a torcer".
    Puyol también es ejemplo de la necesaria suerte que hay que tener en el mundo del fútbol. Como ya os he comentado a algunos, de aquel Barça B de 1997-98, Puyol me parecía con diferencia el más cortito de un equipo en el que jugaban entre otros Babanguida, Jofre, los hermanos Óscar y Roger, Celades, etc.
    En resumen, un futbolista que además parece un buen tipo. O al menos un tío normal.
    Buen y merecido homenaje, Tirano.

    ResponderEliminar
  2. Puyol, o la antítesis de Cristianita o Messi, es el concepto de futbolista que se extinguirá poco a poco, sin que nos demos cuenta, para dar paso a los que se caragarán el fútbol como deporte... Una pena, y una alegría haber podido disfrutar de jugadores como Puyol que sin saber regatear, le echaban tantos huevotes que se hacían los mejores del campo.

    ResponderEliminar