jueves, 14 de febrero de 2013

Chicago Bucks

Tercer día que como a la carta de Starbucks...tres días de inmersión hipercalórica en Chicago y ya me han salido tetas...

Entre esto y revisar 57 tesis de Planeamiento regional de postguerra en tres días, corro el riesgo cierto de implotar...voy a darme un paseo por la calle, a ver si con el frío al menos me encojo...

4 comentarios:

  1. Sólo una vez tomé café, sin otro aditivo, en Starbucks. Fue en la Puerta de Jerez, y me pregunté: ¿pero cómo no me estoy tomando mi cortado de Catunambú, como Dios manda? Y nunca más.

    ¡Feliz estancia!

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  2. Totalmente de acuerdo!!
    Yo creo que Sevilla no será completamente global hasta que al lado de los Starbucks no veamos la competencia del Catunambucks...
    Un abrazo!

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  3. Catunambu??? Nunca!

    Saimaza de toda la vida.

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  4. Yo discrepo...Starbucks es una experiencia en si misma. No se puede comparar un café del starbucks con un expreso de toda la vida...pero es que uno no va al starbucks a tomarse un café.

    Va a tomar una bebida con gusto a café en diferentes variantes, a tomar una tarta o una magdalena (perdón cupcakes). Va a escuchar buena música y a conectarse al wifi...a dejar pasar el tiempo, leer, divagar.

    Tomaté un catunambú en Sevilla y estate una hora leyendo sin consumir, a ver cuánto tarde el del delantal en decir que ya está bien.

    Eso es lo que hago yo en cada starbucks que veo en mis viajes, porque en definitiva, el starbucks es como el mcdonald, un sitio que estés donde estés, sabes lo que vas a encontrar.

    Cada cosa, su sitio y su momento.

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