domingo, 9 de marzo de 2014

No hay nada escrito

...sobre los gustos del futuro, no hay nada escrito. Quién iba a pensar en el siglo XIX, a la hora de construir los monstruosos puentes de acero de Newcastle, que mucho tiempo más tarde pudiéramos apreciarlos con un nuevo sentido de belleza.

Curiosamente, hoy día no podríamos hacer algo parecido en ningún centro histórico, menos aún en uno tan señalado como el de esta ciudad. Y ayer me quedé embobado cuando el día empezó a irse...

2 comentarios:

  1. Cambian los tiempos, pero el paisaje se va acomodando a la mirada y termina por familiarizarlo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El hábito, el apropiarse de las cosas y de los sitios...llevo pensando un tiempo sobre la idea del repetirse; a ver si me siento para dedicarle el post que merece.
      Un abrazo,
      Plax

      Eliminar