Sí, señores, de grana y oro nos pusimos el pasado viernes...como todos los años, otra vez, nos preparamos con nuestras mejores galas, con nuestra mejor sonrisa profidén, con nuestros tónicos faciales, para disfrutar de la cena de Navidad PoNi, que se caracteriza por no caer nunca en Navidad...
...como siempre que Tirano organiza algo, hay que agradecerle el buen gusto y la categoría a la hora de elegir sitios para celebrar, por más que a los PoNis nos deba todavía, como se le recordó, dos celebraciones importantes: que ya se quiere tangar. Caso contrario, ya está advertido que el año que viene la comida de Navidad será en el IKEA, donde ya sabemos el menú...
En cualquier caso, los entrantes estuvieron a la altura de tan magna ocasión. Excelentes el jamón y el queso, así como el bacalao, que en el Baco, como sabemos, es un auténtico rito, insuperable en su finura y cuidado en la preparación. Las risas presidieron el encuentro, incluso por encima del inevitable debate sobre Podemos, que en estas fechas no ha faltado a cada mesa en la que me he podido sentar...
...y como cierre, la visita al Dadá volvió a generar comentarios de todo tipo sobre los peligros de la noche sevillana y de ese local de cuarentones en particular...extensión de los modos y maneras del Groucho, sólo que en otro rango de edad...
Ojalá sigamos celebrando muchos años juntos. Os quiero, amigos.
Con todos mis respetos,
Plax
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