Aunque con retraso, vuelve mi aportación navideña a Radio Tirana.
Esta vez no con canciones fiesteras para las cenas y desfases propios de las fechas.
No con villancicos o deseos de Paz y Amor.
Más bien reflexiones y deseos vitales para el nuevo año y la nueva vida.
Y es que confieso que tras un año completo de cambios, eventos cotidianos con seres queridos toman un cariz emotivo cuando menos te lo esperas.
Hace escasas horas que repetimos cena juntos y unas cuantas más que nos dió por compartir 30 min de carrera antes del final de un año.
Hace 20 años, el día 31 hubiéramos compartido un secreto ibérico, unos futbolines y unas copas, y sobre todo, risas...muchas risas y complicidad.
Hoy, corremos...pero de nuevo juntos. Y nos sentimos bien despidiendo el año así. Más que bien.
Y corremos, porque nos movemos...porque quizás un día decidimos que estar en el sofá aun siendo una opción tan válida como cualquier otra, como ver la vida pasar, esa...esa no era la nuestra.
Y un sencillo gesto creo que refleja un cambio de actitud personal, una reflexión. Y esa reflexión es que parados, no avanzamos y si no avanzamos, morimos. Morimos lentamente,
Cada uno en sus circunstancias tira hacia delante de forma meritoria, pero yo que siempre he sido muy cómodo, muy vago, muy a o fácil, pero que periodícamente consciente e inconscientemente me pongo en situaciones incómodas, para intentar mejorar...me doy cuenta de que prefiero sudar y sufrir, que estar tranquilo y contemplativo.
Y correr este Fin de Año, mientras repaso lo vivido, experiencias personales, incluso deportivas que me permiten aguantar esa carrera, esos entrenamientos, me da un sentimiento de que todo converge y de que está yendo por el buen camino.
Y correr...correr en mi caso ya sólo es el reflejo del cambio de actitud. Y me alegra ver que la compartimos juntos.
Os dejo aquí un tema para reflexionar sobre ello, o para correr, o para simplemente salir a la calle a pegar un grito. Un tema que descubrí en una de esas películas chorra, que vi hace poco en un avión (cómo no). Una de esas cuyo mensaje me cala, por cómico que sea Ben Stiller, por absurda que sea la trama (que no lo es)...La vida secreta de Walter Mitty.
La vida de Walter es gris, triste y frustrada, hasta que un reto lo saca de ahí y le hace descubrir lo que se está perdiendo. Y consige cosas increibles, cosas que él pensaba imposibles, quizás porque nunca se planteó que las podría hacer.
A veces cuesta seguir a Walter, es difícil. Es difícil dejar lo gris. Pero yo estoy con Walter. Y vosotros, corráis o no, creo que también.
Feliz 2015
Esta vez no con canciones fiesteras para las cenas y desfases propios de las fechas.
No con villancicos o deseos de Paz y Amor.
Más bien reflexiones y deseos vitales para el nuevo año y la nueva vida.
Y es que confieso que tras un año completo de cambios, eventos cotidianos con seres queridos toman un cariz emotivo cuando menos te lo esperas.
Hace escasas horas que repetimos cena juntos y unas cuantas más que nos dió por compartir 30 min de carrera antes del final de un año.
Hace 20 años, el día 31 hubiéramos compartido un secreto ibérico, unos futbolines y unas copas, y sobre todo, risas...muchas risas y complicidad.
Hoy, corremos...pero de nuevo juntos. Y nos sentimos bien despidiendo el año así. Más que bien.
Y corremos, porque nos movemos...porque quizás un día decidimos que estar en el sofá aun siendo una opción tan válida como cualquier otra, como ver la vida pasar, esa...esa no era la nuestra.
Y un sencillo gesto creo que refleja un cambio de actitud personal, una reflexión. Y esa reflexión es que parados, no avanzamos y si no avanzamos, morimos. Morimos lentamente,
Cada uno en sus circunstancias tira hacia delante de forma meritoria, pero yo que siempre he sido muy cómodo, muy vago, muy a o fácil, pero que periodícamente consciente e inconscientemente me pongo en situaciones incómodas, para intentar mejorar...me doy cuenta de que prefiero sudar y sufrir, que estar tranquilo y contemplativo.
Y correr este Fin de Año, mientras repaso lo vivido, experiencias personales, incluso deportivas que me permiten aguantar esa carrera, esos entrenamientos, me da un sentimiento de que todo converge y de que está yendo por el buen camino.
Y correr...correr en mi caso ya sólo es el reflejo del cambio de actitud. Y me alegra ver que la compartimos juntos.
Os dejo aquí un tema para reflexionar sobre ello, o para correr, o para simplemente salir a la calle a pegar un grito. Un tema que descubrí en una de esas películas chorra, que vi hace poco en un avión (cómo no). Una de esas cuyo mensaje me cala, por cómico que sea Ben Stiller, por absurda que sea la trama (que no lo es)...La vida secreta de Walter Mitty.
La vida de Walter es gris, triste y frustrada, hasta que un reto lo saca de ahí y le hace descubrir lo que se está perdiendo. Y consige cosas increibles, cosas que él pensaba imposibles, quizás porque nunca se planteó que las podría hacer.
A veces cuesta seguir a Walter, es difícil. Es difícil dejar lo gris. Pero yo estoy con Walter. Y vosotros, corráis o no, creo que también.
Feliz 2015
Bonitas reflexiones Tirano, siempre son agradecer tus posts, con tu tono místico de gurú de las ondas y el acompañamiento musical que siempre motiva, como es el caso...ya te lo he dicho...deberías prodigarte más.
ResponderEliminarSobre esta película, he de decir que también la vi en el avión y me resultó curiosa...realmente me cuesta trabajo clasificar al Ben Stiller este, pero haciendo de Walter Mitty he de reconocerle que ha estado bien...sobre todo con el skate...si no era él, el extra que bajaba las pedazos de cuestas debía ser por lo menos su hermano gemelo...me dio que pensar.
Abrazos
Plax