lunes, 28 de diciembre de 2009

Dias de Furia

La serie de articulos "Conductas Reprobables" de Cabeza Destructora me ha inspirado a realizar algunas reflexiones (Gracias Cabeza).

Estoy cansado de la deshumanización, la despersonalización de todo. Que te traten como ovejas, como un rebaño.
Qué pocos sitios quedan donde uno pueda sentirse realmente a gusto o tratado como un auténtico cliente.
A cuántos sitios vais donde uno paga para comer bien, tomar una buena copa o estar en un ambiente distendido con los amigos y acabais lamentando la suerte que os ha tocado con el sitio, el camarero, el de la barra...
Pide uno una tapa y se la traen tarde, mal y de mala gana...pide un plato y frio de malas maneras. Pide uno que bajen la música, que no se puede hablar por Dios y te dicen que no, que aquí no se baja nada.
Se ha perdido el gusto por la calidad de servicio, por atender a los clientes, por intentar que vuelvan. Parece que molestamos, que nos perdonan la vida.

Esta semana fui a un conocido bar del centro, hora razonable. Pido un par de tapas, vamos dos montaditos, nada complicado..."la cocina está cerrada, es lo que hay" y malos modos.
Luego en conocidos grandes almacenes, zona de móviles, compra de regalos...un dependiente para 15 personas, claro no pretendamos también que esté de buen humor.
Es que la tradición o la solera de un sitio justifica recibir cualquier trato bajo mínimos?
Cualquier cola de la admon. pública no esperemos ser tratados más que con monosílabos como "eh", "fila", "no" u otras construcciones más complejas como "pues no ve usted que no puedo", "me voy a desayunar, lo siento" o "venga otro dia, no es problema mio".
Me pasa también con frecuencia, cada vez más, en ciudades, coge uno un taxi, dice la calle y te contestan "pues no
sé, dígame usted por dónde", respuesta "oiga, yo no soy de aquí, es su trabajo" a lo que te sueltan "mire, es mi primer dia, qué quiere que le diga, el navegador no lo pone"...excusas peregrinas, inaceptables. Esto no pasaba antes, un taxista era una persona que cuidaba de su negocio, que sabía cómo llegar o como encontrarlo rápidamente, que te atendía y que se preocupa por tu satisfacción. Ahora, todo vale y cualquiera cree que puede dar un servicio público.
Quien trabaja de cara al público es la imagen de esa empresa hacia el cliente, cómo puede no cuidarse esa faceta, es que a nadie le preocupamos? Es que hay que tragar con todo? Decid NO, el cliente paga.
Animaos, compartid conmigo qué situaciones os ponen furiosos y haríais como Michael Douglas en Dias de Furia, parar el coche, coger un arma y empezar a impartir justicia.

4 comentarios:

  1. Querido Tirano, describes una realidad... que en el fondo es extendida a prácticamente toda la Industria de Servicios...

    Pides ejemplos y habría cientos de miles a diario...

    Te aporto una reflexión: En los Servicios, una de las claves para que las Operaciones funcionen y se logre la Satisfacción del Cliente, es desarrollar la Satisfacción del Cliente Interno (empleados)... lo que no significa reducirlo al simplismo de pagarle más... sino hacer girar la Estrategia de Negocio, no sólo sobre el Cliente Externo sino también sobre el Cliente Interno ejecutando las Operaciones de forma que se obtemga la Satisfacción de ambos de forma correlada...

    Cuántos empresarios de la Industria de Servicios tienen esto en cuenta?

    Cuántos restaurantes, bares, heladerías... realmente subsisten?

    Buen post Tirano...

    ResponderEliminar
  2. Querido Tirano, creo que tus reflexiones sobre la cuestión de la calidad vienen bastante al cuento para recordar lo del café con leche à la capitol que contemplamos ayer por la tarde...¿hay realmente necesidad de pisar un líquido orgánico en un suelo de pizarra barata durante horas?
    Creo, no obstante, que el tema no alcanza a provocar mi furia...buscaré motivos de los que nos pides.

    ResponderEliminar
  3. La cultura de echar balones fuera es lo que reina en esta nuestra sociedad. Vamos cuesta abajo y sin frenos y lo que antes era una profesión ahora es un trabajillo para sacar unas perrillas. Antes alguien se ponía de cháchara en el cine y el acomodador (ese señor mayor con bigote y pelo canoso) te sacaba por las orejas y te mandaban a tomar viento. Ahora, no podemos demandar eso de un chaval que se está pagando la carrera y que cobra 5 euros la hora por dejar "medio decente" un cine lleno de la mierda que gente de cualquier clase deja desparramada por las salas. Lo cual no es más que un reflejo de que la clase no se compra ni con dinero ni con estudios.
    Se ha perdido el interés por las cosas. Hemos de proclamar nuestra era, la era de la manteca en la mano y que le den por culo a los demás.

    Triste pero cierto.

    Chaparrón de plomo y un caos callejero a todos los maleducados, incívicos y maleducados.

    ResponderEliminar
  4. Eso es asi Miniyo, realmente la calidad y el servicio están infravalorados...y cuando lo están en empresas generales, todo deriva al usuario final.

    Como dice Plax...lo de Capitol (Ca-pi-tol) con todas las letras, es de juzgado de guardia.

    No puedes tener un bar fashion en la milla de oro sevillana (vamos la Plaza Nueva que para Milla no nos da), con decorados post-modernos y suelo de pizarra, un encargado con traje y corbata negros que sólo recoge vasos y mientras mantener un charco de 2m2 de café con leche blanco-marrón en medio del local y la gente pisando.

    Joder o montas el local o no lo montas. Lo comenté con alguien y me dijo..son nuevos, están ajustando...pues si son nuevos, con más razón hay que estar al tanto de estas cosas...

    y ademas sin musica??

    Y eso viniendo de otro sitio (A-gua-dor) donde nos tuvieron que repasar la cuenta 3 veces por errores y donde las flautas llegaban descompasadas (chiste fácil y malo)...donde un postre variado para 10 es interpretado como un platito con 2 muestras y donde 2 camareros atienden 12 mesas en hora punta de Navidad...

    deberíamos inagurar una sección sobre clubs, locales sevillanos. Estoy preparando un post sobre otros locales al uso.

    ResponderEliminar