viernes, 5 de octubre de 2012

En el fondo, Dios no lo hizo todo tan mal...

Merece la pena dar el salto en avión de Buenos Aires a Santiago de Chile, aunque sólo sea para sobrevolar, casi rozando, la cordillera de los Andes, y divisar desde el avión, esta maravilla de la naturaleza...





Hoy he podido disfrutarlo, embobado...

Y es que, en el fondo, Dios no lo hizo todo tan mal... Todo lo que no tiene cerebro, o descerebro, le salió de matrícula de honor... Yo creo que al descerebrado ser humano lo dejó para el final, y ya andaba cansado...


Con todos mis respetos.

Miniurgo.

3 comentarios:

  1. Difiero, Miniurgo. No es que el Creador estuviera cansado, sino que al hombre le dio el plus de la libertad y nosotros, en un número muy considerable, desbarramos.

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  2. Acojonantemente bella la foto...un abrazo mientras ves esas montañas de vuelta, Minurgo.

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  3. He sobrevolado esa cordillera al menos en ocho ocasiones. Impresionante, simplemente. No deja uno de pensar en la gesta de los supervivientes del famoso accidente de avión del 72. Ese momento en el que el piloto te dice que si miras a la izquierda podrás ver el Aconcagua es sobrecogedor.
    Disfruta también de Santiago, que también merece y mucho la pena.

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