domingo, 6 de octubre de 2013

La viga en el ojo ajeno

Avanzamos hacia el capítulo 4:

"Estando frente al Pudong, uno tiene la sensación decontemplar un ecualizador del ritmo de crecimiento del país en los últimosaños: como si cada edificio intentase ser un 9% más alto que el anterior, sinmás límites en su altura que los impuestos por la técnica y (más recientemente)por los presupuestos.

Al adentrarse en este barrio de negocios, a los pies deestas barras de luz figuradas y reales, de este inmenso display urbano, todocobra peso. Pero tomando consistencia el paisaje, más allá de la congoja que daver a la Jin Mao, la Shanghai Financial Center y la Shanghai Tower, uno piensaprecisamente en lo que no se ve. En dónde hunden sus raíces estas moles de másde 500 metros.

Porque lo ignoro todo de la economía, pero por la OldWoman's Account que practico como nuestro querido Abuelo, lo que hay es lo quehay, y todo esto sale de algún otro sitio: de las semanas sin fin de semana, delas fábricas en las que nadie ha entrado, de las zonas rurales de este país, delas nuevas colonias en África...pero vamos, que no nos creamos que en Europasomos hermanitas de la caridad.

A ver si vamos a ver la viga en el ojo ajeno y no caemosen el rascacielos en el nuestro. Que también tenemos.


Con todos mis respetos,

Plax"

2 comentarios:

  1. No, no somos hermanitas de la caridad, pero para mí que esta gente tienen lo peor del capitalismo, con lo peor del comunismo.

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  2. Habría quien te diría que tienen lo mejor de los dos sistemas, también...sobre eso, podríamos debatir...
    Un abrazo,

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