sábado, 5 de octubre de 2013

Reflexiones desde el BRIC: Desmontando a Walter White

Achtung: si no has visto la serie Breaking Bad y quieres verla sin influencias de ningún tipo, no lo leas...

Este martes, por la noche, en la soledad que siempre te acompaña en los hoteles durante los viajes, ví el último capítulo de esa maravilla de serie que es Breaking Bad.

Y llevo unos días reflexionando sobre ella. La primera reflexión y más evidente es que es la serie con el argumento mejor cuadrado de principio a fin de todas las que he visto. En la que ningún capítulo sobra, y en la que el final pone un lazo coherente a la trama perfectamente hilada desde el primer capítulo al último. En ese último y brutal fotograma de la serie, sientes un vacío enorme porque se te va una historia que te atrapa, y a la vez una enorme satisfacción porque todo tiene sentido y cierra como debe.

Pero lo que más me hace reflexionar estos días es la figura de Walter White. Su evolución, su forma de ser manifestada en sus frustraciones, sus miedos, sus manías, sus generadores de ira, sus necesidades vitales, sus contradicciones, sus motivaciones... descubren a un personaje con careta de villano, pero con un interior de lo más normal y humano.

Desmontar en estas reflexiones a Walter White, me lleva a que aunque todos (o al menos yo) lo vamos odiando capítulo a capítulo, peripecia a peripecia, follón a follón en el que se mete él y a todos, putada a putada que le va haciendo a los suyos y a Jesse... en realidad no es más que un tipo normal, muy normal, como somos el noventa por ciento de los mortales, cuyas frustraciones, miedos, manías, generadores de ira, necesidades vitales, contradicciones, motivaciones... en realidad no distan mucha de las del noventa por ciento de los mortales. Con la única diferencia que a él se le fue de las manos gestionarlas.




Desmontar a Walter White en el fondo, y obviando la metáfora que supone la meta para darle forma a la trama, nos puede ayudar a entendernos un poquito mejor, como seres humanos que necesitamos lo mismo que él necesitaba: vivir, sintiéndonos vivos...


Con todos mis respetos.

Miniurgo.

6 comentarios:

  1. Estoy deacuerdo contigo. Y la serie, como tú mismo has dicho, una maravilla. Un cierre espectacular. La evolución del personaje de Walter White (a Heisemberg) es perfecta. Realmente, el título de la serie tiene sentido: Breaking Bad, volviéndose malo.

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    1. Querido Spader, a ver ahora cómo ocupamos este vacío... Además de Homeland que vuelve en estos días, estás enganchado a alguna otra serie de nivel?

      Un abrazo.

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    2. Pues te confesaré que he visto los dos primeros capítulos de la 3º temporada de Homeland y no me está llamando la atención, no me engancha.

      Una que acabo de ver por recomendación de un colega aquí en Moscú es "Bajo la Cúpula" (Under the Dome), basada en una novela de Stephen King. Ha terminado la primera temporada hace un par de semanas (13 capitulos), y no está mal.

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  2. Pues yo siempre he visto el lado bueno de Walter, e incluso de Heisemberg. Creo que era un buen tipo.
    Hay uno de los muchos detalles del ultimo capítulo que me gustaría un día comentar con vosotros. Pero no lo vamos a destripar aquí, no vaya a ser que Tirano un día empiece a ver el primer capítulo de la primera temporada y diga que se la hemos destrozado.
    Abrazos

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    1. Pues, Tirano, si no has empezado aún a ver la serie, ya estás tardando. De verdad, una de las mejores.

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  3. Me sumo al grupo de admiradores de la serie. Aunque por razones varias me quedara en el penúltimo capítulo de la cuarta temporada, mi cuenta pendiente con Breaking Bad sigue abierta. Espero terminarla dentro de poco...Abrazos

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