viernes, 7 de enero de 2011

Oda a mi hermano, oda a Carletto

Conocí a Carletto en la primavera de 1992. En casa del entrañable y querido por todos, Martín de Porres. De forma casual. Visionando, estupefactos, en las páginas del Penthouse, a una increible Miss Liberty, absolutamente en pelotas y absolutamente divina a los ojos de dos pomelos, aún no nihilistas, que no se comían un rosco.

Dos personas que se conocen en tales circunstancias quedan unidas para siempre. Es la Ley de los Pomelos.

Y no fue hasta Septiembre de 1992, una vez que compartimos clase, por primera vez en todo el bachillerato, que la semilla plantada en el chirimbolo de Miss Liberty, dio a luz a una extraordinaria amistad que dura hasta nuestros dias y que durara hasta el final de los días. La cual nunca se desvanecerá como lágrimas en la lluvia.

Y es que en el chirimbolo de Miss Liberty introdujimos intereses comunes musicales, cinematográficos, profesionales, vitales... Lo cual unido al conocimiento en profundidad de una persona excepcional, de las que si te mueres sin conocerla te has perdido algo muy bueno, como es Carletto, hacía imposible que de tremendo monumento sexual que era el chirimbolo de la Liberty, no surgiera una amistad de hermanos.

Sólo la igualdad de caracteres, competitividad, autoexigencia, inestabilidad emocional, asociabilidad... que compartimos, provocaría y provoca colisiones de emociones, como sólo los hermanos las experimentan, como sólo los hermanos las entienden.

Me encanta llevar al extremo a Carletto, desde la ingenuidad y egoismo que con ello lograré moldearlo como a mí me gustaría. Como si lo que a mí me gustaría es lo que él necesitara. Y comprendo a la perfección sus reacciones porque son exactamente las mismas que experimento cuando intenta lo mismo. Su equidistancia lo acepta, mi vehemencia no.

Para el recuerdo eterno, siempre tendré grabado en mi memoria las noches en los jardines de Murillo ataviados con trencas, las alabanzas exaltadas a la película The Doors de Oliver Stone y las reproducciones del Rey Lagarto sobre contenedores en Matalascañas, la noche de los panes en los gayumbos y algún otro con botella de Cola de 2l imitando al Surfer, el desarrollo del amor hacia la época electrónica de U2 y el movimiento Big Beat, los padecimientos comunes en los cinco peores años de mi vida y de mi amistad con Carletto, el viaje a Houston, las noches en Rumanes, las jornadas interminables de Los Increibles en Almería, la noche que me confesó su relación secreta con mi querida Amalinda... y sobre todo, sus lágrimas el día después de mi accidente de coche en el año 94, cuando no sabía qué me había pasado ni si estaba bien...

Carletto, eres mi hermano, ayer, hoy, siempre. No CMB, no Tirano... Carletto...

Un fuerte abrazo de quien bien te admira, de quien bien te quiere.

10 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. Querido Miniyo: he intentado buscar a miss liberty en google, pero sólo me sale la estatua de la libertad...El caso es que entiendo que una amistad que surge del visionado de un Penthouse dure para siempre..y se cultiva a partir de lo que confluye en el chirimbolo de miss liberty, que entre vosotros ha sido tanto..como bien dices, es la ley de los pomelos..

    Yo también confieso mi admiración hacia Carletto, que tras el Abuelo y Domingo, se convierte en la tercera persona que recibe un panegírico en estas páginas, además de ser la única que se ha autoentrevistado...una criatura excepcional...

    Por cierto, Abuelo, muy tuyo lo del "templo de alienación capitalista"...creo que eso traerá cola...

    Abrazos

    ResponderEliminar
  3. Me vas a saltar las lágrimas y todo, Miniyo. Yo me temo que llegué más tarde, justo antes de esos malditos cinco años... Un abrazo a tí y a Carletto de parte de Spader.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  5. Tengo muchas anécdotas y pruebas fotográficas de la mutación, pero tnedremos que hacer varios post para explicarlos. Realmente creo que tuve algo que ver en la misma. Los veranos en Matalascañas fueron muy intensos.

    ResponderEliminar
  6. Nadie como tú, querido Miniyo, podía haber escrito este maravilloso panegírico (¿eh, Tirano?).
    Siempre me pareció, que eras tú el que más profundamente entendías a nuestro Tirano de entre todos nosotros.
    Yo lo achacaba a vuestro tiempo trabajando juntos. Pero resulta que vuestra sinergia deriva de un Penthouse y la increible Miss Liberty de sus páginas interiores. Bueno es saberlo...
    Mi profundo amor hacia los dos.
    Fdo: vuestro abuelo.

    ResponderEliminar
  7. Gracias Hermano...estoy conmovido. Tanto que ya me he puesto a buscar el balneario-spa-resort en Las Pajanosas para pasar allí un finde, tu me entiendes ;-)

    Y por todos vosotros..al menos si mañana me estrello en el Atlántico podré saber que me quereis tanto..si aparezco en la Isla, tendré una razón para salir.

    Os quiero!

    PD: Jose...yo también tengo pruebas..deberíamos hacer una recopilación de posts a 4 manos sobre el periodo underground intercambios-veranos ;-)

    ResponderEliminar
  8. Vaya.... ya he tenido que venir, como en los viejos tiempos, a aplicar una censura a un comentario... ayyyyyy

    ResponderEliminar
  9. Por cierto me acabo de dar cuenta de las etiquetas que le has puesto...cada vez mejores.

    Alegria
    Chicas tersas (expresion encogiendo cuello, sonrisa gigante)
    Ponis
    Trastornso psicologicos? (ya, las manos por encima de la cabeza, como bailando, expresión: "la puta bomba")

    Que crack, pareces David Lynch

    ResponderEliminar