Personajes míticos del mundo PoNi, vol. 6: Dioni, Angeles y Miguel

Queridos amigos:

Ha sido el post de Miniyo el que me ha empujado a hacer un ejercicio de sinceridad, reconocimiento y sobre todo, justicia musical histórica...

Todo comenzó la pasada Nochevieja en casa de mis padres, enmedio de una reunión que nos juntó a 22 miembros de mi familia, cuando, distraído como estaba con la tele de fondo, de repente se me erizaron los vellos: reconocí la voz de los tres hermanos Salazar cantando "Sin documentos". La voz poderosa de Los Chunguitos interpretando la que seguramente haya sido la única aportación de Los Rodríguez a la historia del Pop...



Decidme si no es poderoso el tema. El caso es que el estremecimiento que me produjo semejante conjunción de astros despertó en mí la necesidad de hacer memoria musical, pero no la que proponían las cadenas de televisión con su crónica falta de orientación e ideas, sino una memoria musical introspectiva y verdadera.

Fue entonces cuando hube de reconocer que, por más que manifestemos nuestras distancias respecto al mundo cani, compartimos una raíz común de la que no es posible renegar...nuestra memoria histórica está en la Plaza de San Pedro y en el Kiko con sus desayunos, tanto como en la Plaza Moravia y el Márquez con sus botellines...y negarlo sería como lobotomizarnos...y es que en la mente contradictoria de un PoNi conviven expresiones musicales que van desde Mr. Oizo a Los Chungos; desde Bono, The Edge, Larry Mullen y Adam Clayton, a los tres dioses de la música a los que quiero dedicar este post: Dioni, Angeles y Miguel...Camela...

Ante todo, en este homenaje va mi reconocimiento al Abuelo...ese ser maravilloso que con 17 años nos abrió la mente a Metallica, Soziedad Alkoholika y Beermosh, para en un quiebro de cintura como sólo los sabe hacer él, llegarnos tres años más tarde con un hit insuperable como fue Sueños inalcanzables...

En un gesto de auténtica expresión del "to el mundo es güeno" que le caracteriza, el Abuelo nos abrió los ojos y las orejas a otra dimensión musical, llegada de Los Angeles, pero no de California, sino del barrio de San Cristóbal de Los Ángeles de Madrid: tres chavales que comenzaron a reunir unas pesetillas para hacerse sus propias maquetas, que empezaron a rular por mercadillos y gasolineras hasta hacerse un hueco en el universo musical contemporáneo, quince años después con siete millones de discos vendidos...vendidos, señores...y siendo la expresión del universo cani que son, no me puedo imaginar los robados, ni los grabados en cinta TDK...con todos mis respetos...

Recuerdo el verano pomelo de 1995 en La Antilla, jugando en la playa a pegar pepinazos con el balón usando el toldo de los padres del Abuelo como portería, mientras en el casete sonaba este temazo que es Sueños inalcanzables:



O cuando el Amian sacaba el tema que quema, y en el éxtasis de la puesta de sol por el pino de la Antilla, reflexionábamos de forma nihilista sobre la complejidad de los sentimientos humanos con Marioneta de su vida...



...que esa era la primera parte, que continuaba de esta manera...por cierto, sólo recordar cómo se parecía Dioni a ese delantero extraordinario que tuvo el Betis, de nombre Kowalczyk...



Y cuando por la noche, junto a Víctor El Colgao, pasábamos a escenificar el drama cósmico de Guarda tus palabras...

Haré caso a Camela para guardar mis palabras, porque sobran ante semejante muestra de virtuosismo musical...conocéis mi afición al baile, o si queréis llamarlo, al contorsionismo musicalmente asistido, que es lo que hacemos los PoNis...os reconozco que ni con Guetta, ni con Prodigy, ni con Beyoncé, se consigue superar lo que consigue esta canción...con ningún estribillo se vibra tanto...



Con todos mis respetos y admiración hacia Camela, que paséis buen fin de semana...

Abrazos.