sábado, 5 de febrero de 2011

La Teoría de la Barriguita

El comentario de Plax sobre la Canija de Dover en el post anterior, me ha hecho recordar una de las teorías más míticas de cuantas conozco. Y eso que la ingeniería permite conocer muchas teorías, aunque lamentablemente para el desgaste neuronal, muchas de ellas intrascendentes e inútiles para la vida, frente a las que emanan del saber popular, como la que quiero compartir con vosotros en este post.

Año 2000. Encuentro de Aventura 92 en Valencia al que voy junto al Farruco. Ambos teníamos coche, pero por alguna extraña razón que nunca he llegado a comprender, decidimos ir en autobús a Valencia. Uno de los viajes más infernales que recuerdo, incluida escala en Albacete Caga y Vete.

Pero después de ese infierno, todo sólo podía ir a mejor. Y así fue. Compartimos encuentro con una de las personas con más capacidad para hacer reír, sin buscar hacer gracia, de cuentas he conocido en mi vida: Edgar. De Elche. Un fenómeno. Arabista de profesión. Nunca supe lo que es, algo acojonante seguro.

Mientras almorzamos en una visita a un museo, no recuerdo bien cual, de cuantos visitamos en el encuentro, nos lanza, con su inconfundible timbre de voz, como el que no quiere la cosa, y mientras digería un trozo de bocadillo de chorizo, la siguiente cuestión metafísica:

Vosotros, en qué os fijáis en una tía?

Viniendo de Edgar, esa pregunta no es intrascendente. Requiere reflexión profunda y aplicar el método de toma de decisiones prudenciales, antes de responder.

Uno responde que en las tetas, otro que en el culo, otro que en las orejas, otro que en el dedo gordo del pié derecho... respuestas que recorren toda la anatomía femenina...

Edgar medita, procesa y deposita: "No tenéis ni puta idea". "Yo", continua, "siempre me fijo en si tiene barriguita".

"Barriguita?" preguntamos todos, en parte indignados, en parte intrigados.

Mastica otro trozo del bocadillo, y bebe un poco de Coca-Cola. Y continua depositando:

"Joder, claro. Una tía con cierta barriguita, ojo no hablo de una gorda, es una tía que le gusta comer en cierto exceso, le gusta el chocolate, los pasteles, el azúcar, ciertos excesos y vicios... vicios que se trasladan a todos los aspectos y dimensiones de su vida, incluida la sexual... Una tía con barriguita es una tía a la que le mola cierto vicio y exceso, y eso es algo que un hombre que se precie, no puede en absoluto despreciar. Recordad siempre, fijaos antes que nada en la barriguita..."





Después de tremenda teoría, todo sólo podía ir a peor. Qué genio.

Desde entonces siempre tengo muy presente la barriguita en el diagnóstico de toda fémina, aplicando en todo momento La Teoría de la Barriguita en mi evaluación engorilada.

Espero os resulte útil.

Miniurgo.

7 comentarios:

  1. Tremenda teoría Miniurgo..creo que desde que la oí, hace años, la tuve siempre en la recámara..barriguita forever..pero una cosa..la de Dover, tiene barriguita??

    ResponderEliminar
  2. El problema puede estar en que los vicios que le han llevado a generar la barriguita sean sustitutivos del sexo, y entonces la teoría del Edgar falla.
    Aun así, querido Miniurgo, y a pesar de agradecerte esta teoría que expones, creo que seguiré mirando otras partes del cuerpo femenino antes que la barriguita.

    ResponderEliminar
  3. Quillo, Plax, que la de Dover no me mola...

    Abuelo, la toría es pluscuamperfecta... con todos mis respetos a las féminas seguidoras de esta plataforma que espero me sepan comprender y perdonar después de la barbaridad que voy a decir, una tía que sustituye el sexo por zampar, es una gorda, no una viciosa con barriguita... la teoría no falla.

    Tú y yo estamos en una posición de espectadores. Tenemos nuestras necesidades resueltas y nos limitamos a mirar el exterior por cultura general. Y puestos a culturizarnos, obviamente nos culturiza más ver unas tentonguis que una barriguita. Es obvio.

    Pero alguien que no tenga sus necesidades cubiertas, yo le recomendaría que en lugar de seleccionar tías con buenas tentonguis pero de barriga firme militar, se fije en tías con no tan buenas tentonguis, pero con cierta barriguita, que no barrigona... En esto consiste la teoría...

    Tú no compras esto?

    ResponderEliminar
  4. Me vais a perdonar que rescate esto tras mas de dos meses, pero lo acabo de leer y no doy crédito.
    La teoría de la barriguita...es de lo mas retorcido que he escuchado nunca, pero me parece que se queda en el plano teórico...o no?
    Prefiero no recordar los años que nos llevamos en el otro bando yendo a gimnasios y demás lugares de tortura, cuidando que lo que nos ponemos "no me hace gorda" o sintiéndonos culpables por comernos algo que sobrepase las 50 calorías y acostándonos sin cenar, para que la clave sea "la barriguita"
    Manda huevos...

    ResponderEliminar
  5. Querida Mucia, la verdad es que visto desde el bando que representas en tu comentario, la teoría de la barriguita es demoledora...tanto esfuerzo, desperdiciado ahora por esa teoría...mis condolencias...

    ResponderEliminar
  6. Esa es mi Mucia... ahí está de regreso...
    Demoledora la teoría, verdad?

    Esa Teoría es metafísica... porque conecta física, bueno físico mejor dicho, con psiquica... el fisico ligeramente abarrigado, con la psiquica que le mola cierto exceso... pura metafísica...

    ResponderEliminar