Queridos amigos,
Hoy me he acordado de un compañero nuestro del colegio, amigo de la infancia conocido por todos nosotros, protagonista de una anécdota memorable hace tiempo. Ese que un día, en uno de los encuentros de antiguos alumnos del SFP, después de contarle yo a qué me dedicaba, me dijo: "Bueno quillo, yo lo que tengo son dos negocios, uno es mandar a la India barcos con residuos de equipos informáticos (!!!!), y luego....pues bueno, también tengo...lo que viene siendo, un club liberal, tú sabes..."
Claro, pomelo de mí, me quedé de piedra. Flipé. Se lo fui contando con el tiempo a la gente, como historia graciosa, hablando de un amigo mío del colegio al que llevaba tiempo sin ver, y que resultaba que tenía un club liberal... y pomelos todos aquellos a quienes se lo conté también, porque todos dijeron sin discutir, "Ostia con el colega, que salió del SFP, de la élite colegial humanística-científica de Sevilla, para montar un puticlub..."
Claro, pomelo de mí, me quedé de piedra. Flipé. Se lo fui contando con el tiempo a la gente, como historia graciosa, hablando de un amigo mío del colegio al que llevaba tiempo sin ver, y que resultaba que tenía un club liberal... y pomelos todos aquellos a quienes se lo conté también, porque todos dijeron sin discutir, "Ostia con el colega, que salió del SFP, de la élite colegial humanística-científica de Sevilla, para montar un puticlub..."
(Curiosamente, a nadie le llamaba la atención lo de la chatarra informática a la India...)
Pomelo yo, pomelos los que me escucharon, porque hablando el martes pasado con un compañero del trabajo al que le conté, ufano, la anécdota, me dijo: "¿Pero tú sabes lo que es un club liberal?", a lo que le contesté que sí, que era un puticlub, y me dijo, con una mueca pícara y honda sabiduría: "Mira, chaval, un club liberal no es un puti, sino un sitio donde la gente va a hacer intercambio de parejas...por lo visto está siendo un éxito brutal...y que yo sepa, en Sevilla hay dos..."
Me quedé blanco. Y me sentí un pomelo. Pomelo, porque a mi edad, tuvieran que explicarme qué era eso. Por darme cuenta, cinco años después de aquel encuentro entre antiguos alumnos del SFP, de cinco años contando su anécdota, que mi compañero, nuestro compañero de la infancia, no era un simple proxeneta, sino que era dueño de uno de esos dos clubes de Sevilla en los que se practica el amor libre y salvaje...de repente, nuestro amigo había digievolucionado hasta el infinito...
Pomelo yo, pomelos los que me escucharon, porque hablando el martes pasado con un compañero del trabajo al que le conté, ufano, la anécdota, me dijo: "¿Pero tú sabes lo que es un club liberal?", a lo que le contesté que sí, que era un puticlub, y me dijo, con una mueca pícara y honda sabiduría: "Mira, chaval, un club liberal no es un puti, sino un sitio donde la gente va a hacer intercambio de parejas...por lo visto está siendo un éxito brutal...y que yo sepa, en Sevilla hay dos..."
Me quedé blanco. Y me sentí un pomelo. Pomelo, porque a mi edad, tuvieran que explicarme qué era eso. Por darme cuenta, cinco años después de aquel encuentro entre antiguos alumnos del SFP, de cinco años contando su anécdota, que mi compañero, nuestro compañero de la infancia, no era un simple proxeneta, sino que era dueño de uno de esos dos clubes de Sevilla en los que se practica el amor libre y salvaje...de repente, nuestro amigo había digievolucionado hasta el infinito...
Pero la cosa ha cambiado. Esta mañana me encuentro con la noticia de El País que hoy, 13 de febrero, víspera de los enamorados, aparece en el TBO de colorines del fin de semana...la leo, curioso, y veo desde que desde que la han colgado en la web, por goleada, ha sido la noticia más visitada y enviada de todo el fin de semana...y es que el tema tira...por lo visto, lo de los clubes liberales se está convirtiendo en el último grito en las relaciones sexuales del siglo XXI...
Pero he de confesaros que después de leer el artículo, me he quedado profundamente turbado. Como si me hubieran echado un jarro de agua fría. Sobre todo, porque cuando el martes pasado me enteré de qué era realmente un club liberal, lo primero que se me vinieron a la cabeza fueron las escenas guarrillas de Eyes Wide Shut, con supermodelos y triatletas carpinteando salvajemente en los pasillos de un palacio renacentista mientras suena música de Wagner, con máscaras venecianas, impregnados en Chanel nº5, bebiendo Moët Chandon...para empalotizarse del tirón, vamos...
Pero al final, resulta que por lo que cuentan en el artículo del TBO, las orgías que se montan realmente en los clubes liberales españoles son de gente achaparraíta y pelúa, vamos, como somos nosotros, en salones cerrados que huelen a tigre, entre colegas que en vez de darle al champán francés como afrodisíaco, entran a ver si pillan cacho con su cubata de DYC...
Y me ha dado tanto asco...que sólo he tenido que imaginarme la escena definitiva de uno de esos especímenes liberales saliendo de la oscuridad para decir como en el mítico chiste que nuestro Miniurgo contó una vez subido a una silla en Feria...
...¡Quillo! ¡Organización!! ¡Organización!!!...
...Que tres veces hemos apagado la luz, las tres veces me han dado por culo...!
Y el palotizamiento mental que tenía desde el martes pasado con el Eyes Wide Shut sevillano se me ha venido abajo...porque se ha convertido en Ojete Wide Shut...querido amigo de la infancia, no me esperes en tu club liberal...
Con todos mis respetos y cariño sinceros a los practicantes del liberalismo, que empecéis bien la semana...
Plax
Qué grandísima película... de un grandísimo genio al que aún no hemos dedicado ningún post y lo merece.
ResponderEliminarEspartaco, Lolita, 2001: Una Odisea del espacio, La Naranja Mecánica, El resplandor, La chaqueta metálica, Eyes wide shut... mucho arte encerrado en todos estos títulos... y en los que no he visto.
Muy bueno el post Plax.
Un abrazo.