domingo, 19 de enero de 2014

Desde el otro lado del muro

Es de estas ocasiones que haces acopio de lecturas, y después de haber cogido los libros que querías, te quedas mirando por encima los estantes, y encuentras uno que dices: ¿y por qué no? La persona importante que me acompañaba en aquel momento, en la FNAC de Lyon, me dijo que Carrère era un escritor reconocido en Francia, y me animé a probar.

Limonov ha estado en la estantería, esperando a ser calado como un melón, cerca de seis meses. Y parece que el tiempo de espera le ha venido bien. Para empezar, nunca había leído nada parecido a una biografía. Siempre había considerado mal ese género, dado bien al peloteo, bien al insulto, tal vez incluso el rechazo estuviera influido estéticamente por la pinta bajuna de los libros de ocasión que El Corte Inglés saca en espuertas a la plaza del Duque sobre Adolfo Suárez o Mario Conde, con letras grandes y amarillas y títulos altisonantes.

Posiblemente fue que se nombrara solamente con el apodo del personaje en cuestión (un juego de palabras entre la acidez sarcástica del limón y la fuerza explosiva de una granada de mano), lo que me hizo aceptarlo salvando mis reticencias.


Ha sido mi libro de Navidades, y solamente he de decir que antes de terminarlo, he tenido que regalárselo a mi querido amigo Pablo, para que conozca el testimonio surrealista de los últimos años del comunismo, de la caída en barrena del régimen soviético y el desmontaje de la URSS, a través de un personaje inclasificable (y real) que es una mezcla de James Dean, Hitler, Lou Reed y el profesor Miyagi de Karate Kid...

No voy a contar nada más para no pisarle la lectura al Abuelo. Pero dejo dos citas que me han dejado pensando, con el libro cerrado entre las manos, una vez acabado: "Actúa con coraje y determinación, sin esperar a que se reúnan las condiciones ideales, porque las condiciones ideales no existen jamás"...y una cita a una sutra budista: "el hombre que se juzga superior, inferior, o incluso igual a otro hombre, no comprende nada de la realidad"...

Disfrutad de este descubrimiento, amigos. Me voy a correr.

Abrazos

Plax

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