Se van a cumplir ya dos días desde la llegada a Hong Kong, y ante todo he de decir que en mi vida había visto nada igual. Empezando, de belleza urbana, porque la topografía del sitio, en el delta del río de la Perla, ha provocado la antítesis de la expansión indefinida, cansina y desasosegante de Shanghai. Allá donde la pendiente no ha permitido construir, se mantiene intacta la vegetación tropical exhuberante. Allá donde se ha podido construir, eso sí, la especulación se traduce en torres de viviendas y oficinas de altura y esbeltez imposibles...entiendo ahora que el Tirano tenga todavía la foto de Hong Kong en la pantalla de su BB, porque es realmente un sitio memorable...en Central, para desplazarte de un sitio a otro has de atravesar pasarelas, lobbys de rascacielos, aceras en las que del cielo te cae una mezcla de lluvia caliente y caldito de aire acondicionado, mientras en todo momento la ciudad ruge. Está viva.
Otra cuestión desconocida es la de encontrarte en una zona administrativa y económica especial, lo cual le da ciertas particularidades. La primera, la de ser, hoy día, un espacio intermedio entre un megamercadillo y un macrocentro comercial. No hay un solo sitio en esta ciudad en el que no haya estado invitado a comprar, lo cual llega a ser atosigante. Una estación de metro se convierte en un shopping mall subterráneo de cinco plantas, un paso subterráneo por debajo de una autopista, en una galería comercial con tiendas de lujo, una calle o una plaza, en espacio inmediatamente dispuesto para la compra y la venta, nada más. El nivel adquisitivo es evidente, en la cantidad de Maybach (he visto 3), Rolls (vi 2, creí que iba a encontrar más) y otras marquillas de coche que llevan los "tiesos" de aquí como son los Mercedes, Porsche y Maserati...me imagino ahora los ojos del Tirano en blanco, cuando anduvo por Nathan Road...
Pero a lo que llevo dándole vueltas desde hace tiempo es al estatus político que hay establecido aquí, como producto de las negociaciones entre chinos y británicos antes de la devolución en 1997...Hong Kong, aunque pertenece formalmente a China, es territorio internacional. De hecho, no hace falta visado para entrar en Hong Kong, pero sí para entrar en la China continental. El caso es que de las muchas singularidades, entre las que se encuentra la exención de impuestos, me llama la atención una, y es la formulación de la democracia hongkonesa: es el único territorio chino donde los ciudadanos votan, sí, pero la formación del parlamento corresponde en 1/3 parte de ese voto directo...las 2/3 partes las eligen las "asociaciones de profesionales y comerciantes de Hong Kong", es decir, los consejos de administración de los bancos y los grandes empresarios...y me pregunto: ¿no resultará que al final aquí son más sinceros que en nuestras democracias occidentales?
Dejo un detalle: el dinero de Hong Kong lo emite el HSBC...un banco privado con sede en Londres...Abrazos
Plax
Un mojón para Hong-Kong y otro para el HSBC. Por cierto, ¿qué edificio es ese?
ResponderEliminar