Planeta Razón vs Planeta Sinrazón

Tras una buena noche en compañía de buenos amigos, en el buen ambiente de la Feria, ese espacio tan puramente sevillanito, pero tan propicio para la desintoxicación mental a través de la intoxicación etílica, catalicé todas mis buenas vibraciones en un nuevo sueño. Un nuevo sueño extraño, esta vez claramente influenciado por la agitación neuronal etílica del Rebujito que "arrebujó" mis neuronas.

Me encontraba en un planeta muy diferente al nuestro. No físicamente: contaba con las mismas especies, las mismas geografías, las mismas urbes, los mismos artilugios y máquinas... sino conceptualmente: los conceptos eran nuevos y radicalmente opuestos a los de nuestro planeta, a los que gobiernan nuestro Mundo.

El concepto que más me sorprendió fue el de la Responsabilidad Social. La gente no trabajaba por dinero. El dinero de hecho no existía. Pregunté por qué y me respondieron para qué. La gente trabajaba por su ambición natural de aportar todo lo que su capacidad le permitiera al progreso social de aquel Mundo, desde un enfoque de Responsabilidad Social.

Todos querían aportar, y todos tenían ocupación. Cada uno aportaba y lideraba desde sus capacidades y conocimientos desarrollados (como en nuestro Mundo, no todos tenían las mismas capacidades). El desempleo era un concepto también inexistente. Y es que el objetivo no era ganar más de forma individual a costa de los demás, sino aportar más de forma colectiva.

Al no haber dinero, no era necesario el Capital para la inversión, y todos los medios estaban a disposición de todos, para entre todos emplearlos en función de las necesidades del colectivo. Y por tanto, la Rentabilidad o Coste del Capital eran conceptos no desarrollados.

Nadie trabajaba para comprarse un pantalón, o un coche, o un piso, o un yate... ni si quiera para comprarse un pantalón, o un coche, o un piso, o un yate de mejor calidad que el del resto de personas... todos los pantalones, coches, pisos y yates tenían las máximas prestaciones, las que la aportación colectiva había sido capaz de diseñar... ninguno costaba nada, todos estaban a disposición. Las personas, verdaderamente trabajaban por el Progreso Colectivo de la Humanidad.

Por lo tanto, el concepto de Responsabilidad Social hacía desconocidos los conceptos de Riqueza o Pobreza de nuestro Mundo. El Tercer y Cuarto Mundo no existían en Éste. Todos tenían todo lo que el progreso colectivo había puesto a disposición de la colectividad.

Y adicionalmente, el concepto de Responsabilidad Social hacía desconocidos los conceptos de Codicia y de Avaricia. Pregunté por ellos y nadie pudo entenderlos.

Percibí que la gente era más feliz, estaba más motivada, existía menos frustración, y estaban verdaderamente más desarrollados intelectual-social-tecnológica-científica-mente.


El siguiente concepto que más me sorprendió fue el de Bondad Sincera. En este Mundo, el Ser Humano era bondadoso de forma sincera, y hacía el bien porque su naturaleza le empujaba a ello.
Desde lo más simple: nadie deseaba el mal al otro, nadie robaba (aunque no era necesario porque todo el mundo podía disponer de lo que necesitara)... hasta lo más complejo: no existían guerras, exterminios humanos, actos terroristas...

Encontré una equivalencia casi exacta entre los subconceptos que encerraba el de Bondad Sincera, y la doctrina moral de Jesús de Nazaret.

Ello no impedía que la naturaleza humana, genéticamente imperfecta, como la nuestra, también generaba seres dementes, cuya enfermedad era tratada médicamente, sin que implicara una negación del concepto de Bondad Sincera universalmente desarrollado.


Finalmente, también encontré interesante el concepto de Ateismo Entrópico. La Ciencia, dominaba sobre la Fe. Las personas no necesitaban recurrir a la Fe para explicar lo que la Ciencia podía perfectamente.

Por otro lado, en el Mundo había pocas oportunidades para la desesperanza, y por tanto pocas oportunidades para que nadie tuviera que recurrir a complejas y enigmáticas doctrinas religiosas para explicar lo inexplicablemente malo o bueno, o para redimir pecados que no existían. Dios no era más que un Primer Motor creador de la Entropía del Universo.

Este concepto tenía el efecto colateral de evitar, junto con el concepto anterior de Bondad Sincera, todos los daños que la Religión había causado en nuestro Mundo: exterminios, cruzadas cristianas, guerras santas, matanzas inquisitorias, inmolaciones terroristas, miedo a decidir...


Y tras este viaje por este nuevo planeta, me paré un momento a tomar agua (no sé si por el efecto de tan intenso viaje o por el subliminal del Rebujito), y me pregunté:

Por qué si todo es tan igual físicamente, es tan diferente conceptualmente con nuestro Planeta, con nuestro Mundo? Cuál es el elemento diferenciador que ha provocado dos devenires tan diferentes, en dos planetas tan iguales?

Y llegué a una conclusión, no sé si precipitada porque estaba a punto de despertarme, o porque realmente era la única posible:

Porque en este nuevo planeta, el Ser Humano era verdaderamente racional y usaba el don más preciado que posee y el que le diferencia del resto de especies del planeta: La capacidad de razonar para decidir y actuar desde la Razón.

El planeta se llamaba, de hecho, Planeta Razón.

Lamentablemente desperté, de nuevo en el Planeta Tierra, en el que la Razón, si forma parte de nuestro Ser, nadie la emplea. De hecho creo que deberíamos renombrar nuestro planeta como Planeta Sinrazón.

El Miniyo del Demiurgo.