Anoche tuve un sueño extraño. Tan escalofriante, desconcertante y extraño que quería compartirlo con vosotros.
Quizá estuviera provocado por la satánica noticia que escuché en Cuarto Milenio poco antes de acostarme: una maldición en arameo clásico, recitada por unos radicales en un cementerio de Jerusalem, provocó el coma cerebral del ex primer ministro Judío Ariel Sharón... el escalofrío que recorrió mi cuerpo al escuchar a Iker, con su voz de gacetilla de los cincuenta, se debió trasladar a mi cerebro y allí instalado, me debió hacer soñar lo que os narro a continuación:
Estaba paseando por la Avenida de la Constitución, cuando de repente me encuentro a mi admirado Profesor Liencres, profesor de Filosofía del Bachillerato, que se encontraba sentado en el Starbucks. Tras los protocolarios saludos me presentó a sus acompañantes.
- "Miniyó, te presento a Aristóteles, San Anselmo, Kant y Benedicto XVI", me dijo.
- "Encantado", respondí yo desconcertado.
- "Te invito a que nos acompañes en nuestro apasionado debate", me sugirió mi admirado Profesor Liencres.
La foto era algo surrealista, debatir en el Starbucks con un santo, un griego clásico con túnica, un alemán del XVIII, un Papa y un profesor de filosofía, es digno de titular del Mundo Today, pero pensé que era una buena aoportunidad para tomarme un té hecho en leche con sirope de vainilla y azucar de caña.
- "Por qué no", acepté, para inmediatamente preguntar de forma descarada "Sobre qué estáis debatiendo?".
- "Sobre el Argumento Ontológico... sobre la demostración de la Existencia de Dios", me respondió San Anselmo.
Joder, pensé para mi mismo... Espero que no me vea ningún compañero del trabajo, insistí para mis adentros preocupado. Aunque la realidad era que el tema me atraía... y el contexto se animaba porque en el ambiente musical se alternaba Chemical Brothers, Moby, Air, Prodigy... lo que promovía la aceleración neuronal y el pensamiento.
- "La prueba que planteo en el Proslogion es irrefutable. A través del insensato demuestro que no se puede negar que haya Dios" me dijo San Anselmo. "Dios existe desde la Fé, de forma a priori" continuó.
- "Pero San Anselmo, no basta tener la idea de Dios para estar seguro de que exista. Dios queda más allá de toda experiencia posible. Lo que distingue las cosas reales de las posibles es su conexión con la experiencia, por lo que no puede demostrarse ni la existencia de Dios ni tampoco su no existencia" replicó Kant a San Anselmo.
- "No sé si existe vuestro Dios, pero sí un Primer Motor Inmovil que mueve sin ser movido y que es mi Dios. Acto puro sin mezcla de potencia: el sumo de realidad" espetó Aristóteles.
- "Aristóteles, no tienes ni idea" dijo Benedicto XVI en perfecto latín, "como se nota que eres de la época A.C. Dios es Todopoderoso, Omnipresente, Redentor, en el que vive el Amor, que envió a su Hijo a la Tierra, para perdonar nuestros Pecados..." confieso que me perdí en el argumento de Benedicto XVI y no recuerdo el resto.
De repente comenzó a sonar Loosing my Religion de REM...
"That's me in the corner
That's me in the spotlight
Losing my religion
Trying to keep up with you
And I don't know if I can do it
Oh no I've said too much
I haven't said enough..."
Y me decidí a participar:
- "Con todos mis respetos... y desde la ignorancia, pues soy Ingeniero, Dios existe... pero no por ninguno de vuestros razonamientos teológicos, sino por los argumentos aposterióricos más cercanos a los de Aristóteles". Tomé un poco de té para coger fuerzas... "En primer curso de Ingeniería, aprendí, en la pág 380 del libro escrito por José M. de Juana, Física General 1, que según el Principio de Aumento de la Entropía, no son posibles procesos reales que comporten una disminución de Entropía del Universo, o dicho de otro modo, sólamente son posibles aquellos procesos reales que comportan un aumento de Entropía del Universo. Por lo que la Entropía del Universo fue nula en el origen del tiempo, es decir, cuando se inició el Universo y comenzaron los procesos físicos, lo cual exige una causa primera. Esto constituye una demostración de la existencia de Dios, o de un Primer Motor, o como lo queramos llamar, independientemente de las Teologías"... dije de un tirón...
-"Es decir, que con todos mis respetos a la Teología, el Cristianismo, Islamismo, Judaismo, Luteranismo, Calvinismo... y todo lo que conllevan, son adornos, excesivos, y sólo posibles por la creación del hombre, al Principio de Aumento de la Entropía. Pero que cada uno se refugie donde considere oportuno, y entregue su Alma y Devenir a lo que crea oportuno, siempre desde el respeto al resto de opciones, como el Entropismo".
A Benedicto XVI le empezó a temblar el ojo y a giñarlo como Millán el de Martes y Trece, cuando de repente desperté.
Minutos más tarde, mientras me afeitaba, y me miraba al espejo, me decía a mí mismo "Joder Miniyó, con lo quemado que estás, en lugar de soñar estas tonterías que te dejan machacado mentalmente, por qué no sueñas con Scarlett Johansson en bolas..."
El Miniyó del Demiurgo.
Ya pensé yo que el post acabaría diciendo: "Coño, Dios existe, y por eso creo a Scarlett".
ResponderEliminarEso sí, homenaje implícito al gran Liencres. Un hombre sabio.
Tremendo post...digno de los Klammstein...me he quedado con la boca abierta...sin tiempo a hacer un comentario profundo como merece el argumento antológico, me voy directamente a la cama con la Biblia y "Nietzsche para estresados", a ver si me sugestiono lo suficiente como para tener un sueño de réplica a la altura...
ResponderEliminarTremendo post y homenaje al vecino Sr. Liencres de la calle Baños.
ResponderEliminarAlgun dia podrias coger tus post filosóficos y agruparlos en un libro como Pérez Reverte hace con sus columnas.
Algo así como MiniYo para Ni-Nis...O Demiurgo para generación X.
Lo digo en serio...lo voy gestionando? ;-)