domingo, 28 de noviembre de 2010

Lluvia de avaricia

Está lloviendo. Desde 2008, lo hace sin parar, y cada vez más fuerte. Tanto que estamos empezando a calarnos, y a sentir escalofríos.

Con tanta lluvia, la Tierra se ha convertido en fango y éste empieza a ceder. Amenaza con devorar todo lo que queda sobre él.

La Tierra no está acostumbrada a soportar esta lluvia. Y la nuestra, en las últimas décadas, aún menos. Porque no cae agua. Esta lluvia es de avaricia. Y los copos de avaricia son más devastadores que los de agua. Más incluso que cuando ésta es ácida.

Todo el mundo sabe cómo y dónde empezó. Nadie sabe bien por qué. Los más sabios del lugar, apuntan a que todo fue por culpa de "una expansión crediticia ficticia que ha motivado a los empresarios a invirtir donde no debían".

Los más tontos del lugar apuntamos a que eso no son más que hipótesis teóricas. Que la realidad es más simple. Que la realidad apunta a una explosión notch mundial de avaricia, cuya onda expansiva ha tocado el techo cósmico y vuelve a la Tierra en forma de lluvia. Lluvia incesante, creciente y dolorosa.

Explosión provocada por la insostenibilidad de un modelo económico (y la economía lo es todo) que eleva a unos pocos y mata a muchos.

Modelo, cuya alma, el Mercado, es despiadada. Así nos lo cuenta uno de nuestros TBOs: "El mercado suele ser inmisericorde cuando detecta debilidad en un determinado activo, ya sea este acciones, bonos, divisas o materias primas. En mayo pasado los inversores, al observar la fragilidad de las cuentas públicas, presionaron de tal forma a la deuda pública griega que los diferenciales con las emisiones más solventes como la alemana se ampliaron de tal forma que forzaron a Atenas a aceptar un rescate al impedir una financiación sostenible. El mismo esquema (con el mismo éxito) se repitió en el caso irlandés y ahora se está escenificando con los otros dos países periféricos que quedan: España y Portugal."

La avaricia de los inversores, pastoreados por los desalmados gestores de fondos, están dejando en la indigencia y llevando a la deseperación a millones de personas, porque así lo quieren ellos. Ni más ni menos.

La misma avaricia que tradicionalmente ha atacado de forma despiadada al Tercer Mundo, sin que a nadie le importara, ahora ha explotado en el centro de masas del Primero, para convertirlo en Cuarto. Y su onda expansiva está aproximándose aceleradamente hacia nosotros. Hacia quienes leíamos hace años los sucesos de Argentina y creíamos que nunca nos pasaría. Hacia quienes hemos leído los sucesos de Grecia y pensábamos que nunca nos pasaría. Pero según los TBOs, está a las puertas. El Enemigo está a las puertas. No nos hemos dado cuenta, y eso que se manifestaba en forma de lluvia. Lluvia incesante, creciente y dolorosa.

Y mientras llueve sin parar, y mientras nuestros líderes ya no saben que más hacer para parar el diluvio, y mientras no se dan cuenta que no pueden hacer nada contra el Demonio del Ser Humano, y su despiadada alma, ni la de su sistema económico, el Mercado, ni sus explosiones despiadadas de avaricia, yo me pregunto: podríamos evitar futuras explosiones cortando de raíz la mecha? Actuando sobre el dinero?

Y aún olvidándome de mis ideales anticapitalistas (que no marxistas, ni mucho menos comunistas), y asumiendo que el actual sistema es necesariamente el que existe y existirá, yo me pregunto: si de forma general el sesenta por ciento del resultado de las cuentas de explotación de las empresas lo consume la masa salarial, si la masa salarial es la que más impacta en lo competeitivo que puedes ser como empresa, por qué no reducir la masa salarial, para bajar los costes productivos y los precios de los productos, para que manteniendo la competitividad y cobrando menos, mantengamos el poder adquisitivo y el consumo, sin tener que llevar a nadie al Cuarto Mundo?

Es decir, yo me pregunto si no es posible redistribuir la riqueza de forma forzada para que la actual mayor rentabilidad de los avariciosos se redirija hacia algún ingreso en los que no tienen ninguno.

Porque la reforma de las pensiones, del gasto público vinvulado a la reforma de la estructura de la administración pública, del sector financiero... todo eso de lo que han hablado, o quizás parloteado, nuestros líderes políticos y empresariales, en una bonita mesa donde cabían 37+3, estoy convencido que no va a acabar con la avaricia. Está claro. Desde las famosas reformas no ha dejado de llover. Todo lo contrario. El Enemigo está más cerca que nunca de las puertas.

La redistribución de la riqueza de forma forzada sí lo alejaría. Dejando de llover. Pero todo apunta a que va a seguir lloviendo. Durante mucho tiempo. Más del que imaginamos. Hasta que el fango se convierta en ceniza y bajo la ceniza ya no quede nada.

Ni Mundo, ni Mercado, ni nada.

El Miniyo del Demiurgo.

5 comentarios:

  1. Queridísimo Miniurgo. No tengo palabras para trasmitir la alegría producida por la coincidencia en el pensamiento. Es que ya no se puede salir a la calle a cambiar impresiones sobre lo que realmente pasa, porque están los "TeleNarcos", que hacen muy bien el trabajo insuflando su "heroína" para que veamos lo importante del mundo: la puta nariz de Belén Esteban.

    Volviendo al tema que nos inquieta sólo darte la enhorabuena por un magnífico post dejando esta pregunta que tantas veces intento responder:

    Cómo, por los mismísimos dioses del Olimpo, el propio sistema que A.Smith establece en el librecambio de bienes y servicios que con su valor CONTRA-PRESTA beneficios para la acumulación de los mismos, ha involucionado hasta la incongruente paradoja de que la estrella en dicho intercambio sea lo único que no tiene valor, el dinero.

    Ya lo dejaba entrever Tomás Moro en su Utopía, no hay un monstruo más grande que los bancos y su control sobre ese invento increíble de los duros a 3 pesetas: la moneda fraccionaria.

    fdo. OsoEconómico

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  2. Querido Miniyo: felicitaciones por el post, porque creo que propones con absoluta coherencia. Y al hermano Oso, por la orientación de su comentario. La abstracción del dinero es la que posibilita la especulación.

    La que está cayendo es, efectivamente, algo espectacular y va a seguir siéndolo. Y por supuesto que las soluciones no van a ser las de la alquimia-ingeniería fiscal y financiera que de manera sutil manejan los gobiernos, sino que han de llegar a través de palos como el que propones, que la gente, efectivamente, más allá del efecto positivo que causara, solo interpretaría como una cuestión dolosa y agresiva.

    Yo recordaría lo que empezó a verse en los años 70, que son los límites al crecimiento. Como bien dice mi sabio hermano Yago, a partir del principio de que la energía ni se crea ni se destruye, sino que sólo se transforma, cabe comparar la tierra con un globo al que si estrujamos por un lado conseguimos inflar por el otro. Sólo así es posible alcanzar el equilibrio.

    El problema, como bien dices, Miniyo, es que ahora además de estrujar el globo, hay quien se propone pincharlo. La avaricia humana se propone pincharlo. Los límites al crecimiento se han hecho evidentes treinta y cinco años más tarde, esta vez de una forma penosa y dolorosa, esta vez en forma de aguja que amenaza con romper esos límites.

    Yo sigo insistiendo, es momento ahora, que gracias a la disponibilidad de comunicaciones todo es visible e inmediato, de localizar en lo que nos pueda parecer en principio marginal o utópico las claves para salir de la que está cayendo...porque verdaderamente la clave no la van a dar quienes han mandado todo a tomar por culo. No la va a dar ni ZerebroP ni RallandoV, como no la van a dar sus respectivos partidos, por la sencilla razón de que ellos vendieron la ilusión de que no existían límites...busquemos, porque a pesar de la que está cayendo, la solución está ahí fuera.

    Dicho eso, Miniyo, extendería la definición de avaricia más allá del grupito de los inversores extranjeros que están bombardeando económicamente a España. Sobre todo, porque cada vez que se habla del Enemigo, de los Mercados, parece que estamos hablando de los malvados SPECTRE de James Bond..Puntualizo, Miniyo, el enemigo avaricioso ha encontrado durante los años del Chocolatinas y de ZerebroPez a un país entero entregado a la causa, y actuando como colaboracionistas..su empuje actual, no olvidemos, está impulsado por los apoyos que desde dentro le hemos dado todos..la solución, además de las medidas que propones, que hacen que el enemigo termine aburriéndose, pasa por un cambio radical de hábitos, por una nueva cultura que deje de creerse paridas como la que salió hace un par de semanas, diciendo que el sector de las renovables iba a crear un millón de empleos..otra vez con la mierda de que vamos a volver a encontrar algo con lo que especular..como la chavala esta que salió hace un par de días con un título de propiedad del Sol, diciendo que iba a cobrar a todos, empezando por las eléctricas, por el uso de su propiedad..

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  3. Querido Miniyo: mis más sinceras felciitaciones por tu post, y por lo que propones.
    Coincido contigo en culpar en gran parte a la avaricia del ser humano, pero creo que la solución de reducir la masa salarial para reducir costes de producción, y por tanto los precios, manteniendo el poder adquisitivo, fallaría por algún lado: ya se aprovecharían las empresas para quedarse con el beneficio pactando precios por arriba.

    Sí creo yo en lo que apuntas de que el origen está en una "expansión crediticia ficticia". Dicho de otro modo: durante mucho tiempo se ha hecho la política económica del denostado Hugo Chávez: darle al "print" de la maquinita que genera el dinero.

    Dinero "sin respaldo" que a su vez era dividido en partecitas que tenían más de ingeniería financiera que de valor.

    Hasta que a uno le dio por pinchar la burbuja...

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  4. Querido OsoEconómico, eres un verdadero fenómeno. Necesitamos un post tuyo ya...

    Por favor redacta una obra de arte de las tuyas en forma de post y remítela a la siguiente dirección: amigoponi@gmail.com y la publicaremos encantados...

    Un fuerte abrazo.

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  5. Querido Miniyo,

    Me ha encantado tu post, como a los otros que se han pronunciado. Estoy muy de acuerdo contigo en que todo esto está causado por la lluvia de avaricia (acertadísima comparación).

    Sin duda tenemos como poderoso enemigo al demonio del egoísmo, que todos llevamos dentro y a todos nos carcome en mayor o menor medida (por supuesto a algunos más que a otros). Egoísmo y conformismo.

    El problema es que tendría que cambiar mucho la escala de valores de la sociedad para salir de ese círculo vicioso, que nos lleva, como apuntas, a visualizar nuevos sectores de especulación como salida a la crisis (energías renovables, placas solares), que serán nuevamente la fuente de las futuras crisis.

    Parece mentira que tengamos memoria de pez, y no recordemos que estas cosas pasan periódicamente. Del 89 hasta el 92 parecía que la hostelería en Sevilla iba a ser la gran panacea, auspiciada por el magno evento de la Expo'92. Después, en el 93, gran crisis en España y la hostelería en Sevilla lo pasa fatal. Cuando nosotros empezamos la carrera, teleco iba a ser el no va más, el pasaporte a sueldos millonarios. Un montón de engañados y crisis de las telecos en 2002. Después han sido las inmobiliarias y la construcción. Y todavía hay quien piensa que la solución es buscarse un nuevo sector en el que especular.

    Vivimos en una sociedad cortoplacista, que no piensa más que en la inmediatez, en aquí y ahora. En el beneficio ya, superior al del año pasado, por supuesto.

    Y el peligro de todo será que perderemos derechos laborales, ya los hemos perdido seguramente. Y aceptamos que la cosa está mal y hay que aguantar y apretarse el cinturón. Pero el poderoso, el de siempre, sigue ahí medrando y frotándose las manos.

    Hace algunas semanas, haciendo zapping, pasé por CNN+ y estaban haciendo el resumen de prensa del día siguiente, en el telediario de la noche. Me impactó una viñeta de El Roto, para el país. En ella se veía la caricatura de dos capitalistas (con el clásico traje y chistera), uno más alto que otro, de pie en una escalera. El más bajito decía:

    "Es increíble, les ofrecemos salarios mínimos de mierda y condiciones de trabajo de esclavitud y nos los quitan de las manos"

    A lo que el alto respondía:

    "Hay que apretar más".

    Simple y demoledor.

    Saludos.

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