Queridos amigos: han pasado casi 20 años de aquel día en que varios de nosotros, PoNis rebosantes de hormonas todos, nos fuimos a Matalascañas, al chalet del Jose, para pasar un fin de semana, que siempre será recordado (y existen fotos que si alguien tiene agradezco suministre por cauces más privados que este blog) por aquella plasta de arroz salada que, bajo el pseudónimo de paella, cocinó el gran Rodrigo, y por la cabeza de alguno que otro metida en un barreño de sangría poco antes de salir una noche de sábado en la que, por supuesto, no nos comimos nada.
Creo recordar, y que me corrija Juanjo si no es así, que nos acompañaba el gran Lorente, y allí empezó con lo de "Planes económicos Gómez Pérez" y a llamarte "Depósito". A saber el porqué, pero era gracioso.
Éramos tan inocentes que fuimos en autobús (¿a algún joven se le ocurre ya ir a algún sitio en autobús?), y al llegar nos saltamos la tapia de un colegio y nos echamos un partido de fútbito, ¿no?.
A lo que iba: ayer nos reunimos varios padres (y madres) de la clase de Manuel con los niños (y niñas) para pasar un día de campo.
El caso es que llevabamos una paellera, la bombona de butano y su horinilla, las gambas y las almejas peladas, el pollo limpito, y por supuesto el arroz.
Pero todo el mundo se excusaba diciendo que sabía preparar una paella en su casa, pequeñita, en la "vitro", pero que no se atrevía con una para 30 personas y en medio del campo.
En ese momento recordé al gran Rodrigo, y me dije: "a esto le echo yo dos huevos". Y me ofrecí voluntario. Yo, por supuesto, sólo he hecho arroz en casa, y la mayoría de las veces con la Thermomix, más cómoda aún que la paellera.
Me armé de valor, me até el delantal, y con una seguridad en mí mismo que hasta me sorprendió, abrí la espita de la bombona, con un mechero prendí la hornilla y coloqué la paellera encima. La suerte estaba echada....
Empecé mi faena con el sofrito, el pollo, los chocos,... Llegó el momento de tostar un poco los 2 kg de arroz, medir bien el agua, hacerla hervir sin que se pegue el arroz del centro, controlar el tiempo, echar las gambas y las almejas en su momento, mover lo justo para que no se abra el grano,...
Del resultado sólo puedo afirmar que hubo peleas para llevarse las sobras de la paellera en sus correspondientes "tapers".
De vuelta a casa, contento por lo realizado, más que nada por haberle ganado por una vez la batalla a esa estúpida timidez que la mayoría de las veces me hace lamentarme de muchas oportunidad perdidas, entre Javi Varas y Rakitic, acabaron por ponerle el broche a un gran día, que siempre recordaré por haber sido poseido por el espíritu del gran Rodrigo.
Gracias amigo, sea donde sea, de entre las Islas Canarias, que te encuentres.
Creo recordar, y que me corrija Juanjo si no es así, que nos acompañaba el gran Lorente, y allí empezó con lo de "Planes económicos Gómez Pérez" y a llamarte "Depósito". A saber el porqué, pero era gracioso.
Éramos tan inocentes que fuimos en autobús (¿a algún joven se le ocurre ya ir a algún sitio en autobús?), y al llegar nos saltamos la tapia de un colegio y nos echamos un partido de fútbito, ¿no?.
A lo que iba: ayer nos reunimos varios padres (y madres) de la clase de Manuel con los niños (y niñas) para pasar un día de campo.
El caso es que llevabamos una paellera, la bombona de butano y su horinilla, las gambas y las almejas peladas, el pollo limpito, y por supuesto el arroz.
Pero todo el mundo se excusaba diciendo que sabía preparar una paella en su casa, pequeñita, en la "vitro", pero que no se atrevía con una para 30 personas y en medio del campo.
En ese momento recordé al gran Rodrigo, y me dije: "a esto le echo yo dos huevos". Y me ofrecí voluntario. Yo, por supuesto, sólo he hecho arroz en casa, y la mayoría de las veces con la Thermomix, más cómoda aún que la paellera.
Me armé de valor, me até el delantal, y con una seguridad en mí mismo que hasta me sorprendió, abrí la espita de la bombona, con un mechero prendí la hornilla y coloqué la paellera encima. La suerte estaba echada....
Empecé mi faena con el sofrito, el pollo, los chocos,... Llegó el momento de tostar un poco los 2 kg de arroz, medir bien el agua, hacerla hervir sin que se pegue el arroz del centro, controlar el tiempo, echar las gambas y las almejas en su momento, mover lo justo para que no se abra el grano,...
Del resultado sólo puedo afirmar que hubo peleas para llevarse las sobras de la paellera en sus correspondientes "tapers".
De vuelta a casa, contento por lo realizado, más que nada por haberle ganado por una vez la batalla a esa estúpida timidez que la mayoría de las veces me hace lamentarme de muchas oportunidad perdidas, entre Javi Varas y Rakitic, acabaron por ponerle el broche a un gran día, que siempre recordaré por haber sido poseido por el espíritu del gran Rodrigo.
Gracias amigo, sea donde sea, de entre las Islas Canarias, que te encuentres.
Querido abuelo_pablo,
ResponderEliminar?Ha vuelto Rodrigo a las Canarias? Lo ultimo que yo se de el es que estaba por estas tierras de infieles.
Un abrazo,
El anonimo de los Estates
Ese es mi Abuelo!!!
ResponderEliminarA ti te pudo poseer el espíritu de Rodrigo, pero lo que te pasa a ti realmente es que eres un fenómeno...y que te poseyó el hambre!!!
Abuelo, me han entrado ganas de haber estado allí y haber probado semejante manjar de dioses. Te animas a dirigir la paellera en nuestro próximo encuentro PoNi campestre?
Abrazo gordo
Pla
Querido Anónimo de los Estates,
ResponderEliminarRodrigo el Grande (nunca mejor dicho) que yo sepa sigue en LA, tierra de infieles, hasta que acabe el curso escolar, y después se volverá, pero no a Tenerife, si no a Aracena (Huelva), para retomar su labor docente y apostólica ya en tierras peninsulares el próximo otoño.
Por cierto, me apunto a la propuesta de Plax, si hay reunión PoNi campestre voto por el arroz del Abuelo.
ResponderEliminarQuerido Abuelo... estoy preocupado.
ResponderEliminarTu memorión, mi mito de memorión, ha cometido en este post, un olvido impropio de ese pedazo de memorión que tienes...
Y es que aunque Rodrigo El Grande (por tamaño y corazón), efectivamente nos acompañó en ese memorable fin de semana, esa paella de grano duro la hice yo, no él... compramos todos los avíos en Simago, y cuando llegamos a Matalascañas nos dimos cuenta que nadie sabía hacer una paella... le eché huevotes, y la hice... en tan sólo 5 minutos, de ahí el resultado. Se evaporó el agua y creímos ya estaba hecha, en tiempo record. Recuerdo que fuiste el único que no sólo se la comió sino que repitió, lo que casi te tumba...
Si no recuerdo mal, creo que Lorente no vino a ese fin de semana. De echo que yo recuerde no vino a ninguno de los que organizamos ni en COU ni en carrera, no?
Un fuerte abrazo!
Te pido perdón entonces, querido Miniugo. Estaba convencido de que la hizo Rodrigo.
ResponderEliminarQue sea Juanjo el que nos aclare lo de Llorente, porque en mi cerebro lo tengo montado en el autobús, camino de Matalascañas, metiendole caña al Juanjo.
Otra cosa es que en esto también sea presa del "efecto Poborsky".
Un abrazo.
P.D: ¿de dónde he sacado yo entonces la relación de Rodrigo con las Islas Canarias?
Querido abuelo_pablo,
ResponderEliminarRodrigo dio clases en las Canarias unos cuantos agnos. Estando alli se apunto a no se que programa de intercambio y se vino a pasar un agno a los estates. Luego el agno se convirtio en dos y que yo sepa va ya por el tercero.
@Carlos: no sabia que se volvia a final de curso, ni mucho menos que lo fuera a hacer a Aracena. !Buen jamon el que se prueba por ahi!
Saludos y un fuerte abrazo,
El anonimo de los estates
Abuelo, el fin de semana del arroz fue la primera vez que salimos todos juntos a la playa. Fue en el mes de marzo (eso seguro y creo recordar que un 19) y además del arroz, las fotos con el calcetín y saltarnos para jugar en el colegio no pasó nada especial. Recuerdo que diluvió el fin de semana y que nos fuimos a una discoteca (no recuerdo el nombre, sólo que había que bajar unas escaleras) y allí no había ni el tato así que nos volvimos a ver el ay que calor! (no recuerdo si en blanco y negro o en portugués, pero algo raro tenía)
ResponderEliminarLo de Lorente fue otro fin de semana (no sé si julio o septiembre) donde nos pusimos hasta los ojos de chupitos de tequila. El tema de depósito viene por engullir un flan a toda velocidad y ahí quedó el tema para los restos. Y el tema de los planes de economía fue por mi "cost obsession" ya desde chiquitito (aunque es verdad que os hacía pasar hambre mientras yo comía dignamente en Caño Guerrero y luego me escapaba a veros). Abrazos
Por cierto, visto que ya has aprendido a hacer paella, sólo nos queda planificar una paellada abuelil.
ResponderEliminarDespués de comer la de ese fin de semana el listón está lo suficientemente bajo como para que nadie ponga ninguna pega.
Gracias Juanjito, por poner algo de orden en los datos que se cruzan en mi cerebro.
ResponderEliminarFíjate que yo estaba convencido de que Lorente venía ese fin de semana, que efectivamente, recuerdo lluvioso.
Abrazo
Miniyo tiene razón, la paella fue una masa extraña de arroz blanco con Pollo ( no sabíamos que se le echaba azafrán ni otro tipo de colorante) modelo........ pegamento para pegar carteles de Toro. Los que nos comimos esa paella tuvimos que tomar ciruelas 3 días seguidos, pero lo cierto es que nos lo pasamos de p.m.
ResponderEliminarLorente no vino ese finde, y recuerdo lo de jugar al fútbol.