Pero, qué sucedió entre mi despertar futbolístico con la Brasil del 82 y mi enamoramiento pasional por el Barça de Cruyff?
Que a nivel de clubes, el Calcio lideró la genialidad en el fútbol. Una Premier aburrida y una Liga ramplona, no podían con un Calcio que atraía como un imán monetizado a todas las grandes estrellas, con las que configuraba equipos que hacían un gran fútbol, con el que deslumbraban al mundo.
Y en este período destaco a tres grandísimos equipos que me impresionaron:
La Juve de Platini y Trapattoni, de principios y mediados de los 80...
Platiní, Boniek, Laudrup, Scirea, Cabrini, Briaschi, Serena, Rossi... fueron jugadores legandarios de este periodo, en el que la Juve lo ganó casi todo, incluida la trágica final de la Copa de Europa del 85 en Heysel. Y lo hicieron jugando un fútbol elegante, veloz y técnico, tanto como Platini, Boniek o Laudrup. Fútbol que hoy es desconocido en el Calcio, y en aquella época también lo era en cualquier otra liga...
El Napoli de Maradona, de los años 87-91...
El Dios del Fútbol, el Barrilete Cósmico llegó a Nápoles en el 87 y antes de caer a las cavernas de las miserias humanas, le dio a este equipo de tercera dos scudettos, una copa y supercopa de Italia y una UEFA... vino Dios y se rodeó de Careca, Alemao, Ferrara, Sola, Carnevale, De Napoli, y desplegaron un fútbol técnico, preciosista y veloz, que nuevamente no se ha vuelto a ver ni en Nápoles, ni el en Calcio...
Y finalmente, El Milán de Sacchi y del trío holandés, de finales de los 80 hasta la llegada de Capello en el 91...
Hasta Sacchi el fútbol del Calcio era un fútbol de cracks, que no jugaban a bloque, ni la tocaban y tocaban con jugadas de tiralíneas, pero que pensaban en microsegundos y convertían sus ideas en genialidades técnicas con las que hacían jugadas imposibles que movían al equipo hacia la victoria, al ritmo frenético de sus cracks. Sacchi, lo transformó en un futbol de bloque, en el que todos presionaban, todos subían y todos defendían, alrededor de su genial columna vertebral naranja, formada por Rijkaard, Gullit y Van Basten. Magistralmente complementados por Baresi, Maldini, Costacurta, Tassotti, Donadoni, Ancelotti... el mejor Milan de la historia que maravilló a Europa conquistando dos Copas de Europa consecutivas en el 89 y 90. Capello, continuó el trabajo, pero a la sombra de la obra del gran Sacchi quien convirtió al Milan en una máquina invencible...
Hasta que llegó Cruyff y revolucionó el escenario, con su forma de entender el fútbol y que materializó en su Barça de los primeros 90, el Calcio mandaba y lideraba el mejor fútbol del planeta, a nivel de clubes.
Minurgo.
Que conste que el Milan le metió 5 al Madrid porque había tenido un día más de descanso, y no porque Rijkaard, Gullit, Van Basten, Baresi o Maldini fueran mejores que la Qunta del Buitre.
ResponderEliminar¡Vaya timo periodístico lo de la Quinta del Buitre! Unos notas que sólo ganaban ligas, y en Europa siempre se la metían.
La verdad es que el Abuelo y yo hemos comentado que un buen catenaccio no es un fútbol feo. Jugar bien defensivamente sin cometer faltas y sin ser guarros, y jugar al contragolpe no es el fútbol que más nos guste, pero sí se hace bien también te puede hacer disfrutar. Los equipos italianos de aquella época eran expertos en la materia, sino que se lo pregunten al Madrid.
ResponderEliminarDefender bien y tener 2 oportunidades y hacer gol en un partido es muy díficil. Los que vamos al campo 2 veces al mes podemos corroborar lo complicado que es defender bien, tener un buen portero y ser efectivos en ataque.
En este blog se refleja lo bien que me llevo con mi cuñado. ¡Coño!, si hablo con él de más cosas que con mi mujer... Es broma.
ResponderEliminarEs que comparto con él las cosas que con ella no puedo: fútbol y ....
Además el "concu" me instruye con sus profundos conocimientos del mundo empresarial y la macroeconomía.
¡Viva la familia política!